ECONOMÍA

Tope al gas europeo: "Si se aplica alguna vez va a ser peor"

Las comercializadoras alertan de los efectos negativos del mecanismo en la práctica, diferente del español, mientras hay expertos que creen que puede ayudar a contener la especulación.

Barco metanero 'Hoegh Esperanza' anclado en Alemania.
Barco metanero 'Hoegh Esperanza' anclado en Alemania.
POOL

Europa va a tener también un tope al gas, pero su funcionamiento no tiene nada que ver con el español. Aunque se hayan denominado ambos 'topes', cada uno trata de intervenir en el mercado de la energía de forma diferente en un momento de precios desbocados que se traducen en facturas de la luz y del gas que ponen en dificultades a familias y empresas. Los efectos económicos de la invasión rusa de Ucrania se siguen dejando sentir ya que el primero era el principal suministrador de gas de Europa. 

En el caso del tope europeo aprobado esta semana la finalidad de la Unión Europea (UE) es que no se pueda comprar gas a más de 180 euros el megavatio hora (MWh). El límite se activará cuando se supere dicho precio en el mercado europeo durante tres días seguidos y haya una diferencia de precio de 35 euros respecto a los mercados internacionales, según las condiciones pactadas en Bruselas por los socios europeos. La negociación comenzó con un precio más elevado, por encima de los 200 euros, que se fue bajando hasta el actual.

"El mecanismo europeo limitará el precio del gas para cualquier uso"

"El tope al gas en España se aplica solo al gas necesario para producir energía eléctrica, con objeto de contener los precios del mercado eléctrico" (José María Yusta, Universidad de Zaragoza)

Mientras, el español está concebido como un mecanismo para subvencionar el precio del gas que utilizan las centrales para producir electricidad. El precio del gas se paga siempre a 40 euros el megavatio hora como máximo y la diferencia, porque el mercado sigue más alto, se reparte entre los recibos de la luz de los consumidores.

"El mecanismo europeo limitará el precio del gas para cualquier uso. Sin embargo, el tope al gas en España se aplica solo al gas necesario para producir energía eléctrica, con objeto de contener los precios del mercado eléctrico", explica José María Yusta, profesor de la Universidad de Zaragoza y experto en mercados energéticos.

¿Peor el remedio que la enfermedad?

Para la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la medida europea es una "garantía" para frenar incrementos de precios. Además, alaba que el límite español ha conseguido ahorrar 4.000 millones de euros a los consumidores, aunque estos lo que noten en sus facturas de la luz es que hay un concepto nuevo que tienen que abonar.

Sin embargo, desde el sector hay expertos que alertan de posibles efectos perjudiciales de la medida europea, aunque coinciden con el Gobierno en los beneficios del tope español. "Si el europeo no se aplica nunca no habrá valido para nada y si se aplica alguna vez va a ser peor", augura Ignacio Gistau, consultor y experto en mercados energéticos de la comercializadora de gas Futura Energía.

"No puedes imponerle un tope a un gas que no vendes" 

​"Si llega a estar el precio por encima seguramente será peor el remedio que la enfermedad" (Ignacio Gistau, Futura Energía)

Considera que "no puedes imponerle un tope a un gas que no vendes", ya que la UE no es productora sino que trata de aguantar sin el combustible ruso como castigo por la guerra que inició a finales de febrero. Si se supera el precio en el mercado y las compañías no pueden aceptar ofertas cree que se corre el riesgo de que algunas de las pequeñas se queden sin poder comprar. "Si llega a estar el precio por encima seguramente será peor el remedio que la enfermedad", insiste. 

El tope solo afecta a las compras en el mercado de referencia del gas en Europa, el TTF, situado en Holanda. "Se podrán seguir firmando contratos bilaterales para comprar gas sin el tope", apunta, ya que entiende que quedan fuera. Sin embargo, reprocha que estos acuerdos entre las grandes gasistas y las comercializadoras no están al alcance de todas las compañías por los requisitos que se exigen.

Reducir la especulación

No tiene una visión tan negativa de la medida el profesor de Ingeniería José María Yusta, que recuerda que los citados 180 euros "solo se han superado durante 2022 en el inicio de la invasión rusa de Ucrania en marzo y posteriormente en los meses del verano". De ahí que aunque reconozca que "existe el riesgo de que aumente la demanda de gas natural", gracias a la medida espera que  "los precios del gas no sean tan elevados en situaciones extremas del mercado".

Yusta recuerda que desde la UE también se han previsto efectos nocivos que se puedan presentar en la práctica. "El mecanismo europeo se podrá suspender si hay una disminución del aprovisionamiento que pueda poner en problemas el suministro de gas o ante posibles inestabilidades de los mercados", apunta Yusta. Por todo ello valora "positivamente" la decisión tomada en Bruselas ya que "por lo menos se traslada una señal a los mercados para intentar limitar la especulación", indica. Eso sí, es consciente de que no se puede saber lo que ocurrirá cuando entre en vigor, como no se supo con el tope español. "Veremos el resultado", concluye.

Yusta mantiene sus previsiones de que los precios del gas van a seguir siendo elevados "al menos los próximos dos años" , con su consiguiente efecto en la factura de la luz. El experto indica entre las razones la sustitución del gas ruso, más barato, por gas licuado procedente de otros países, llegado principalmente por vía marítima. "Los contratos de compra de gas natural por gasoducto son más estables en precios, son contratos de largo plazo, y resultan generalmente más económicos", explica, frente a los que llegan en barcos metaneros con gas licuado.

Gistau confiesa la dificultad de hacer previsiones sobre precios ante la actual situación de incertidumbre. El mercado espera precios más altos, sobre todo eléctricos "a partir de la segunda mitad de 2023", estima. Si no hay cambios "se supone que el mecanismo compensación español acaba el 31 de mayo", recuerda, sobre el fin del tope al gas español. En ese caso, considera que sería un "efecto normal" que subiera el precio del 'pool' que forman todas las energías que producen electricidad, sin el freno al gas que suele ser la más cara y la que marca el precio de las demás por el sistema español de subasta y marginalista.

"Hay mucha incertidumbre, el mercado está operando muy poco a futuros porque nadie sabe qué va a pasar regulatoriamente", añade. Entre los rumores señala los que hablan de que se podría prolongar el mecanismo teniendo en cuenta que el que viene es un año electoral.

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