Pikolin invierte 1,5 millones en placas fotovoltaicas para reducir la factura energética
El grupo aragonés pondrá en marcha el 24 de noviembre las nuevas instalaciones en la cubierta de su fábrica en Plaza
Contrarrestar el alto precio de la luz produciendo una parte de la energía que consume es lo que busca Pikolin con la inversión superior a 1,5 millones que ha destinado a la instalación de las placas solares en la cubierta. Su intención es ponerla en marcha el 24 de noviembre, según fuentes sindicales.
Desde la compañía señalaron que «la decisión estaba tomada antes de que se produjera la actual crisis energética», pero el fuerte incremento de los precios a raíz de la guerra en Ucrania les llevó a acelerar el proceso. De esta forma, se han instalado en 30.000 metros cuadrados de cubierta de la fábrica de Plaza 7.368 placas fotovoltaicas, lo que les proporcionará un autoconsumo del 34%.
Desde Pikolin recordaron que ya están utilizando un 35% de energías verde en la fabricación de los colchones y almohadas y que este proyecto de inversión «responde más a la hoja de ruta marcada por una estrategia de crecimiento sostenible que por la coyuntura actual». Eso sí, reconocieron el impacto de la subida de costes energéticos que «en Pikolin está en línea con las de las empresas del sector con un 135% de aumento interanual, aunque las variaciones son muy amplias en función del período que se analice».
También, desde finales del 2021, añadieron desde Pikolin, se produjo «una alarmante subida de los costes de las materias primas, con el consiguiente impacto en los costes de fabricación». Esto les llevó a tomar otras medidas de ahorro, como el cambio de alumbrado en el almacén de producto terminado por otro de tipo led.
También se ha logrado una mayor eficiencia de los sistemas de climatización, la mejora de la ventilación controlada en edificios industriales y la optimización de proceso en los consumos más intensivos, como en hornos. Asimismo, explicaron que están volcados en conseguir el certificado Lean&Green que reconoce las buenas prácticas en eficiencia energética y en que todos los procesos sigan criterios de sostenibilidad.
La aplicación de parámetros para obtenerlo, añadieron las mismas fuentes, ha hecho posible que «más del 90% de la fibra de poliéster usada en almohadas y colchones sea de origen reciclado (PET)». Lo mismo ocurre, indicaron, «con el 60% del plástico del embalaje de los colchones y con el 65% del acero del bloque de muelles». Además, «el 100% del cartón utilizado en Pikolin tiene también origen reciclado y dispone del certificado PEFC, que garantiza el consumo de material procedente de bosques gestionados de manera sostenible».
Se trata de un esfuerzo por la economía circular y sostenible por el que Pikolin apuesta desde que obtuvo en 2016 la certificación residuo cero de Aenor y que se ha acelerado desde 2019, cuando se asumieron los objetivos ODS de producción y consumo responsables.
Sobre si los efectos del alto coste de la energía y las materias primas se han suavizado algo en este segundo semestre, la respuesta de la dirección de Pikolin es que «lejos de mejorar han empeorado», lo que les ha obligado a repercutir parte de esta subida en algunos de sus productos para aminorar el efecto negativo sobre su cuenta de resultados.
En cuanto a previsiones que tienen de cierre de año, indicaron que han ser muy prudentes. «Dada la incertidumbre, hacer predicciones en el momento actual no tiene sentido», concluyeron. En 2021 aumentaron un 11% sus ventas alcanzando los 482 millones frente a 433 millones de 2020 (consolidando en el resultados las ventas de la filial francesa Cofel).
Elegir un nuevo comité
Un total de 690 personas podrán votar el próximo jueves y elegir entre las tres candidaturas que se presentan a las elecciones sindicales en Pikolin: OSTA, CC. OO. y UGT. Elegirán a los 17 miembros del nuevo comité de empresa (10 en fábrica y 7 en oficina), que negociarán a partir de 2023 un nuevo convenio.
