Residuo cero a vertedero, ese gran reto

Más allá de su especialización como productor de papel para cartón ondulado, Saica se ha convertido en un referente en economía circular. Así lo demuestra su actividad como asesor de empresas en la gestión de residuos.

Operaria de Saica Natur.
Operaria de Saica Natur.
Saica

Embotelladoras del grupo Danone en varias localizaciones españolas, la fábrica de cerveza de Cruzcampo (del grupo Heineken) en Jaén, factorías de marcas como Puleva, RAM o Flor de Esgueva y el almacén de Dia en Santiago de Compostela son algunas de las instalaciones que han conseguido ser certificadas por sus actuaciones medioambientales gracias al apoyo de profesionales de Saica. Este grupo aragonés, especializado en la fabricación de papel para cartón ondulado, se ha convertido en uno de los grandes referentes en economía circular en España. Su experiencia de décadas gestionando residuos le ha permitido hacerse con un conocimiento que está siendo aprovechado para asesorar a empresas de muy diversos sectores industriales. Un certificador independiente, TÜV SÜD, se ha convertido en el socio ideal para redondear la faena.

«Llevamos 80 años reciclando y decidimos poner ese ‘know how’ al servicio de la gestión de residuos en otras empresas», explica Ignacio Guallart, director Comercial y de Marketing de Saica Natur (la división del grupo especializada en reciclaje) para el sur de Europa. «El objetivo es evitar al máximo que se lleven residuos al vertedero e intentar conseguir que tengan una segunda, una tercera o una cuarta vida, es decir, que haya más economía circular», precisa. «El proceso es complejo, porque hay que ver qué residuo se genera y cómo se gestiona, lo que afecta tanto a la logística interna como a la externa, y a partir de ahí, buscar oportunidades», precisa.

En los últimos doce meses, Saica Natur ha ayudado a que se concedan 29 distinciones en este ámbito, la inmensa mayoría de ellas la denominada ‘De zero a vertedero’. A fecha de hoy, según fuentes de la compañía, se están tramitando las solicitudes de un número similar de empresas.

Fecha clave en este camino emprendido por el grupo multinacional que preside Ramón Alejandro fue enero de 2021. Entonces Saica puso en marcha la iniciativa ‘De residuos a recursos’ con la certificadora alemana TÜV SÜD, encargada de comprobar que las empresas cumplían con elevados estándares de calidad en el objetivo de reducir al máximo los residuos que van a vertedero. El sello ‘De zero a vertedero’ se convertiría poco después en el más exigente de los que se podían conseguir.

Danone es un caso claro de lo que una compañía puede conseguir en esta materia de la mano de Saica. En junio pasado, esta empresa anunció que había obtenido la certficación que otorga Saica Natur ‘De residuos a recursos: Zero a vertedero’ para toda su división de productos lácteos y de origen vegetal en España. El sello avala que todas las plantas que trabajan en estos segmentos reutilizan, reciclan o valorizan más del 95% de todos los residuos generados en sus procesos. En el primer semestre del año, esta división de negocio alcanzó un valor medio conjunto del 99,36%, «todo un hito» para su cadena de valor.

«Llevamos cinco años trabajando en proyectos relacionados con la gestión de residuos y dos certificándolos con un sello», reseña Ignacio Guallart, director Comercial y de Marketing de Saica Natur, que se muestra satisfecho de todo lo hecho hasta ahora. «Trabajamos con todos los sectores, aunque en la mayoría de los casos son del ámbito industrial, aunque también de la gran distribución", relata.

Saica, según señala este directivo, acompaña a las empresas que optan a la certificación en una serie de procesos que buscan en último término la verificación por un tercero –TÜV SÜD– de que todo se ejecuta de manera correcta. «Marcamos una hoja de ruta y a partir de ahí empezamos a trabajar, primero tratando de que se generen los residuos de manera segregada, ayudando a la configuración del equipo que trabajará en esto y formándoles», apunta Guallart. «Estos proyectos requieren un cambio cultural de las compañías», sostiene.

En cuanto al tiempo que se necesita para que un centro de trabajo (una fábrica o un gran almacén) acabe obteniendo el sello, Guallart indica que no hay nada establecido. «Depende de cada empresa, cada una de ellas es diferente», apunta antes de recordar que lo más complicado llega al final, cuando ya se ha conseguido el 90% de reciclabilidad. «El proceso puede durar seis meses, un año o incluso dos años», precisa. El certificado que expide TÜV SÜD –una firma con más de 150 años de experiencia marcados por su neutralidad absoluta, recuerda el directivo de Saica– «es una foto puntual», luego hay que seguir trabajando para mantenerlo. La validez del sello es de tres años, aunque se realizan evaluaciones cada año.

En el caso de Danone, de la mano de Saica Natur ha conseguido gestionar más de 13.000 toneladas de residuos en todas sus plantas de lácteos en España en el primer semestre del año, brindándoles una segunda vida. De este volumen, según informó la compañía en junio pasado, 9.600 toneladas de resiudos orgánicos fueron reintroducidos para usos agrícolas y en forma de compost o biogás. Asimismo, más de 1.950 toneladas de plásticos fueron recicladas para crear nuevos envases y productos, «evitando la extracción de nuevos recursos de un planeta cada vez más mermado», precisó.

«Con acciones como estas salimos todos reforzados, incluido el consumidor final», afirma Ignacio Guallart. «Animamos a todo el mundo a reciclar, recordando que el mejor residuo es el no generado», subraya, para finalmente recordar el valor de apostar por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, en este caso el número 12 (consumo y producción sostenibles) y 17 (alianzas para conseguir los ODS).

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