Las tribulaciones de un dircom
La Asociación de Directivos de Comunicación publica un cómic que expresa muy bien su actividad actual.
Es, sin duda, una profesión que ha ido al alza en los últimos lustros, en gran medida por el creciente interés de empresas e instituciones de transmitir mejor su mensaje, lo que debería traducirse en organizaciones más transparentes y en sociedades más abiertas y mejor informadas, aunque no siempre sea así. Los directores de Comunicación, los denominados dircom, están llamados a desempeñar una función estratégica en compañías e instituciones y es tal el bagaje que pueden acumular con su experiencia que pueden llegar a ser casi imprescindibles.
De su realidad, su potencial y su día a día habla la publicación ‘El dircom en 10 viñetas’, ilustrada por Fermín Solís, ganador del Goya 2020 a la mejor película de animación, que fue presentada recientemente en Madrid.
Editada por la Asociación de Directivos de Comunicación y con los dircom Ricardo Hernández y Carlota del Amo como coautores, la obra pretende "llegar al gran público" para que sepa "lo que somos y lo que hacemos y el papel que jugamos en las organizaciones y en la sociedad", según apuntó Miguel López-Quesada, presidente de la asociación, en la presentación del libro el pasado día 20. Las diez viñetas, como puede verse en los ejemplos de esta página, dan cuenta del trabajo de ese profesional que puede entender bien lo que busca un periodista, pero que ha de saber para quién trabaja. Sabiendo las reglas del juego, desde aquí solo les pedimos honestidad y juego limpio.
En Aragón, los dircom han ganado peso con el tiempo y han crecido notablemente en número. La organización que los agrupa fue impulsada en sus inicios por Manuel Garicano y Ricardo Pereda, dos buenos profesionales ya fallecidos, y ahora la preside Mercedes Gracia, actual dircom en la Cámara de Comercio de Zaragoza.