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La economía aragonesa se desacelera, pero el empleo volverá a tasas de 2008

El BBVA prevé un crecimiento del PIB del 2,9% este año y del 3% en 2023 después de hacerlo un 4,2% en 2021.

El posicionamiento de Aragón en el campo industrial fortalece su situación económica.
Oliver Duch

Tras cerrar el ejercicio 2021 con una tasa de crecimiento del 4,2%, la economía aragonesa se desacelera hasta el punto de que las expectativas de incremento del producto interior bruto (PIB) para este año bajan a un 2,9% y se sitúan en el 3% para 2023. Este es el escenario que dibuja para la Comunidad BBVA Research, que atribuye esta reducción en sus previsiones a los efectos causados por la invasión rusa de Ucrania, fundamentalmente los relacionados con el incremento de la inflación por los disparados precios de la electricidad y los carburantes, y otros menos coyunturales como los padecidos por industrias como la del automóvil por los problemas de suministro internacionales.

Los economistas del BBVA, pese a todo, recalcan que Aragón estará en condiciones de volver a niveles económicos prepandemia entre el primero y el segundo trimestre de 2023, antes que la mayoría de las otras comunidades autónomas, y que la tasa de paro bajará el próximo año hasta el 8,3%, la cifra más baja desde 2008.

Según el último informe ‘Situación Aragón’, presentado este jueves por Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, y Carlos Gorria, director de la Territorial Norte de BBVA, el impulso del turismo, la aceleración del gasto de los hogares y empresas aragonesas, así como el avance de los servicios y el impacto de las políticas públicas habrían apoyado una recuperación en la Comunidad que se ha saldado con el cierre de la tasa de crecimiento en el 4,2%. Con todo, han señalado, el crecimiento regional habría sido algo menor que el del conjunto de España por las dificultades del sector industrial -que le hizo sufrir menos que otras regiones en plena crisis causada por la covid- y de las exportaciones.

"Todos  los indicadores de actividad económica muestran crecimientos respecto a los niveles observados al inicio de 2021, que estuvo marcado por las restricciones a la movilidad y actividad como consecuencia de la pandemia", afirman desde el BBVA. "Esta evolución se explicaría por la progresiva recuperación de los desplazamientos turísticos, favorecidos por la mejora de los indicadores sanitarios y por la utilización del ahorro acumulado durante el confinamiento.

Sin embargo, los datos del primer trimestre de 2022 apuntan a que el PIB  podría haberse

contraído nuevamente, señalan desde BBVA Research, que recuerda que la recuperación de la actividad industrial y las exportaciones, sectores estratégicos para la economía aragonesa es todavía muy leve, y las dificultades se ven acrecentadas por el conflicto en Ucrania, la desaceleración de la demanda europea, el aumento de los costes energéticos y el mantenimiento de los cuellos de botella, en particular en el sector del automóvil.