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Reciclar gratis o cobrar por reciclar: de la app de incentivos aragonesa al 'reverse vending' de Alemania

Las iniciativas para potenciar la economía circular aumentan, pero el modelo todavía no está claro. En Aragón, la plataforma Recicla de Pensumo paga por cada 'selfie' en el contendor y el Ayuntamiento de Zaragoza prepara con Ecoembes un sistema de premios. 

Máquina de 'reverse vending' para reciclar en Alemania.
Máquina de 'reverse vending' para reciclar en Alemania.
Tomra

Las generaciones de la gaseosa recordarán que hasta alrededor de los años ochenta los envases de vidrio se devolvían a la tienda una vez vacíos y se obtenían unas pesetas por ellos. Había que llevar el casco, que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define, en una de las múltiples acepciones de esta palabra, como "recipiente, como un tonel o una botella, cuando está vacío". Aquel era un paso de lo que hoy se llama economía circular, en la que todo vuelve a reutilizarse, aunque entonces no se supiera. La llegada de las botellas no retornables terminó con esta práctica de incentivar la reutilización, que desde hace un par de décadas han rescatado países como Alemania. En España han tardado más en volver a aparecer.

Esta semana el Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado que premiará a los ciudadanos que reciclen, en una acción junto a Ecoembes, fundación creada por grandes empresas del sector de la alimentación, envases y gran distribución, entre otros. En principio, comenzará solo con los envases de plástico. El sistema de incentivos todavía no está definido, pero se ha apuntado en la presentación que los ciudadanos podrían acumular puntos canjeables por regalos u otro tipo de premios.

Pago por envase retornado

Muchos consumidores buscan  una recompensa por su parte del trabajo en el proceso de reciclado. "Nuestros estudios muestran que más de 3 de cada 4 encuestados ven con buenos ojos los sistemas de incentivo económico, principalmente mediante rebajas de impuestos y tasas municipales, así como sanciones a quien haga caso omiso de las políticas de recogida", asegura Alejandro Marín, delegado de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en Zaragoza. La organización valora de forma positiva la iniciativa en la capital aragonesa, que espera se extienda a los residuos orgánicos, papel y vidrio. Recuerda que actualmente existe recompensa por reciclar en cinco ciudades españolas: Barcelona, San Sebastián, Gerona, Lérida y La Coruña.

"En muchas ciudades apenas se recibe información sobre qué pasa con los residuos una vez que se recogen"

A su vez un 78% de los encuestados por la organización señalan que era necesario "valorar propuestas como fomentar el pago por envase vacío retornado, algo que sucede en otros países europeos", destaca. "Nuestros estudios muestran que existe ya un esfuerzo importante por el ciudadano por separar debidamente sus residuos, en aprender qué va en cada cubo o encontrar un espacio en casa para cada uno de ellos", señala. Además, añade que entre los consumidores existe cierto "hartazgo", ya que la asociación de consumidores critica que "en muchas ciudades apenas se recibe información sobre qué pasa con los residuos una vez que se recogen".

Dos céntimos por reciclar

Los ciudadanos concienciados con el reciclaje ya pueden obtener una recompensa por su comportamiento cívico a través de la aplicación móvil Recicla desarrollada por la empresa aragonesa Pensumo. De esta experiencia, sus impulsores afirman que hay mucho interés por reciclar y por ver reconocido el esfuerzo. "La gente quiere algo tangible", explica José Luis Orós, fundador de Pensumo. En su caso, el premio consiste en dinero, 0,02 euros por envase. Es consciente de que los 'recicladores' que tienen descargada la app "no lo hacen tanto por el dinero, la gente no recicla por los dos céntimos sino porque se siente reconocido", asegura. Cuando se acumulan 2 euros en reciclaje de vidrio, papel y plástico se pueden rescatar y cobrar.

La aplicación se puso en marcha en agosto de 2020 y desde entonces cuenta con más de 8.000 usuarios en toda España. Estos tienen que hacerse una fotografía cuando bajan a los contenedores, en la que aparezca su mano y el residuo antes de tirarlo. "Solo se puede hacer una vez al día", apunta Orós. Puede haber picaresca de alguien que baje el mismo residuo varios días pero entiende que no será lo normal. "¿Qué va a hacer, volver a subirse la botella vacía a casa?", se pregunta. Hasta ahora suman unos 350.000 reciclajes de residuos. Recuerda que el objetivo de la aplicación es crear el hábito de reciclar. Las empresas que participan son las que aportan el dinero que se abona a los ciudadanos. 

"Nos ha sorprendido que la gente es muy solidaria con la ropa, las pilas y el aceite usado de cocina"
Alicia Francia, jefa de proyecto Recicla, muestra la nueva aplicación lanzada por la firma aragonesa Pensumo.
App Recicla de la firma aragonesa Pensumo.
Pensumo

Orós destaca que a los usuarios les gusta seguir no solo la evolución del importe económico, sino también otros datos que facilita la app como "ver la huella de carbono que han dejado de emitir". Además de sentirse parte de una comunidad y conocer cómo aumentan los logros colectivos.  El objetivo es ir incorporando más información y más empresas colaboradoras. "No nos faltan recicladores. Nos faltan 'partners' para poner en marcha otros tipos de reciclaje como de tóner, medicamentos o lámparas", pone como ejemplos. Destaca que "nos ha sorprendido que la gente es muy solidaria, por ejemplo, con la ropa, las pilas y el aceite usado de cocina".

Máquinas expendedoras para reciclar

Este modelo difiere del que se viene aplicando desde hace casi dos décadas en países como Alemania. "Nosotros no somos el sistema de devolución y retorno de Alemania que está enfocado a que el producto sea un poco más caro y cuando devuelves te devuelven esa cantidad", explica Orós. Con las iniciativas que se vienen aplicando en España se busca más fomentar "el gesto" para aumentar el hábito.

En Alemania, el pago al consumidor por reciclar se articula a través del llamado 'reverse vending', máquinas expendedoras que en lugar de vender lo que hacen es pagar por los envases vacíos que se depositan en ellas. Este modelo tampoco está muy extendido, pero llega a alrededor de 40 países del mundo, según los datos de Tomra, uno de los fabricantes de estas máquinas de 'vending' a la inversa. Además de Alemania se encuentra Noruega, Lituania, Canadá, algunos estados de Australia y 10 de EE. UU.

La Unión Europea (UE) ha marcado el objetivo de que el 25% del plástico que se utilice en las botellas en 2025 sea reciclado.

Desde la OCU, Marín alerta alerta de que estas políticas "por positivas que sean sobre el papel tienen un claro riesgo que es que se focalice o trasvase la presión que se debe imponer a los agentes que participan en la gestión de residuos: envasadores, fabricantes, responsables municipales, etc. en perjuicio de los usuarios".

 

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