el futuro de las 'start up'

Francisco Polo: "La España emprendedora puede ser un ejemplo para el mundo"

En 2010 creó Actuable, que se integraría en Change.org. Desde enero de 2020 promueve el emprendimiento desde la Moncloa.

Francisco Polo, Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, en la sede de la Delegación del Gobierno en Zaragoza.
Francisco Polo, Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, en la sede de la Delegación del Gobierno en Zaragoza.
Oliver Duch

¿Es España una nación emprendedora?

En 1898, tras la crisis de ese año, Ortega y Gasset y Unamuno discutían si queríamos ser un país que se incorporara a la modernidad europea o debíamos optar por el ‘que inventen ellos’. La elección durante el siglo XX fue esta última. Y no fue hasta la incorporación de España a las comunidades europeas cuando empezamos a sacudirnos esta rémora de haber arrastrado los pies durante casi un siglo y a partir de ahí empezamos a entrar en un ciclo de modernidad, de país con visión, de construcción, de mirar hacia el futuro. Con la estrategia España Nación Emprendedora vamos a dejar atrás el que inventen ellos y a empezar a emprender nosotros, aunque tenemos evidencia histórica de que España es una nación emprendedora. Lo hemos sido siempre, pero es ahora cuando hemos tomado la decisión de convertirnos en diez años en la nación emprendedora de mayor impacto social de la historia.

¿Por eso se hace una estrategia?

Exactamente. España en el año 2020 tomó la decisión de crear un Alto Comisionado para España Nación Emprendedora con la visión de que España en el año 2030 se haya convertido en una nación que hace del emprendimiento innovador el rompehielos de un nuevo modelo económico, apoyado luego en las diferentes industrias de este país, en los diferentes sectores tractores, y además lo hacemos en la base del modelo con una serie de políticas de inclusión.

Una de las partes fundamentales de la estrategia es contar con una Ley para ‘start-up’. ¿Hace falta una ley?

Sí, absolutamente. Porque las ‘start-up’ tienen unas características que las diferencian del resto de empresas. Asumen mayores riesgos, si tienen éxito producen mayores innovaciones y efectos disruptivos en el mercado. Por ello necesitan una definición propia, que jurídicamente se les reconozca para que a partir de ahí puedan tener un tratamiento diferenciado. Que puedan atraer inversiones con mayor facilidad, que tengan herramientas para competir internacionalmente por el talento, como por ejemplo un tratamiento de visados que les sea favorable.

¿Con esos visados queremos que venga innovación también de fuera?

Sí, los visados permiten no solo atraer innovadores sino a inversores y a las familias de todas las personas que trabajan en estas empresas.

¿Hace falta que el Gobierno haga una estrategia y saque una ley, cuando en general los empresarios y emprendedores lo que quieren es menos burocracia, que les dejen trabajar, que no les estorben?

Ese es un relato parcial. El mayor arquetipo que tenemos de emprendedor es Steve Jobs, que creó su empresa en un garaje y con el Iphone revolucionó los mercados. El propio Iphone contiene hasta doce tecnologías que son fruto de la inversión pública a través de agencias de investigación que dieron con las tecnologías que efectivamente componen el Iphone, como la pantalla táctil, la gestión por gestos, la conexión a internet, la batería de litio, el GPS… No se puede entender a una persona tan emblemática como Steve Jobs sin el papel de lo público para crear un entorno y las herramientas para lanzar esos emprendimientos innovadores.

Otro de los puntos previstos en la estrategia es lanzar la marca España Nación Emprendedora. ¿No sería suficiente contar con la marca España, que bien valdría la pena promocionar más?

No todos los países pueden apostar por el emprendimiento innovador como un emblema de país. España puede hacerlo. Tenemos ya muchos activos, tanto desde el sector público como del privado y ahora tenemos una estrategia no solamente para saber lo que tenemos que hacer internamente en los próximos diez años para lanzar la estrategia con mayor impacto social de la historia, también tenemos que contarlo al resto del mundo porque queremos atraer esas inversiones, atraer talento y ayudar a que los emprendimientos españoles puedan escalar con mayor facilidad. Todo eso tiene que venir acompañado también de la imagen exterior por parte de los inversores, del talento, y en general de los ciudadanos y ciudadanas de otros países de que España es un faro para la atracción de esas inversiones. Son cosas que hacen otros países y que nosotros también tenemos que empezar a hacer. Siempre hemos pecado de hacer muy bien las cosas pero no contarlas al exterior. Siempre hemos tenido, ligado con lo que decía al principio, ciertos complejos históricos que tenemos que sacudir de una vez, tenemos una nación emprendedora que puede ser un ejemplo para el mundo.

Participó en Zaragoza en una jornada y visitó una ‘start up’ como Imascono. ¿Cómo ve Aragón en ese escenario?

A Aragón la veo con mucha ambición. Para empezar parte de un buen lugar. Las tasas de emprendimiento van de modo ascendente y tiene también unas tasas de madurez del emprendimiento por encima de la media del país, es decir, que hay más emprendimientos por encima de la vida de 3,5 años y las tasas de fracaso también son inferiores que las del resto del país. En Aragón existe una gran calidad emprendedora. Lo que tenemos que conseguir es que esa capacidad refuerce a ese sector del emprendimiento innovador con mayores retornos de productividad.

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