economía

'Vending' en la era covid: La pausa del café sin corrillos y pagos por el móvil

El sector se encuentra todavía al 50% de actividad y ha acelerado el desarrollo de app para evitar el efectivo, además de incluir en sus máquinas mascarillas y geles.

Zona con máquinas de 'vending' de Eboca con un dispensador de gel.
Zona con máquinas de 'vending' de Eboca con un dispensador de gel hidroalcohólico.
Heraldo.es

La pausa del café en la oficina ha cambiado en la nueva normalidad que ha traído la crisis sanitaria de la covid-19. Las máquinas de 'vending' que se vuelven a encender lo hacen con medidas de prevención como señales para mantener la distancia de seguridad, la instalación de geles desinfectantes y el desarrollo de aplicaciones móviles para pagar e incluso hacer la selección del producto sin tener que tocar la máquina. 

Además, el tipo de producto se adapta a las nuevas necesidades. Esta semana se han presentado en Zaragoza las primeras máquinas de 'vending' que se van a instalar en las paradas del tranvía para vender mascarillas y geles hidroalcohólicos. "Cualquier producto es susceptible de estar en una máquina si está envasado, etiquetado y homologado", asegura Juan Carlos Pérez, gerente de Vending Zaragoza. La compañía ha sido la elegida por Tranvías de Zaragoza y el Ayuntamiento para instalar las máquinas con mascarillas. "Vendíamos epis tradicionales en empresas", añade sobre los productos que se pueden encontrar en sus máquinas, aunque también cuentan con productos de alimentación. 

Más limpieza  y desinfección

Desde el sector se ha publicado una guía de buenas prácticas y protocolo de medidas preventivas para garantizar la seguridad al utilizar las máquinas expendedoras en el regreso a las empresas y espacios públicos, aunque en algunos se estudia si volverán a ponerse en marcha. La Asociación Nacional Española de Distribuidores Automáticos (Aneda) incluye en el documento medidas en instalaciones, vehículos, máquinas y los lugares donde están colocadas.

Yolanda Caragante, gerente de la patronal, afirma que es un "canal seguro" y considera que prueba de ello es que han continuado "ofreciendo su servicio en hospitales y centros sanitarios de todo el país durante el confinamiento y la fase más aguda del estado de alarma" como "servicio esencial".

Calcula que en España hay instaladas más de 376.000 máquinas expendedoras y la facturación del sector asciende a un total de 1.400 millones euros. Genera en torno a 30.000 empleos, de manera directa e indirecta, según las estimaciones de Aneda. En Aragón supone, aproximadamente, el 3% y puede haber unas 80-100 empresas.

"En todos los sitios informamos que es importante mantener unas pautas de cuidado, limpieza e higienización" indica Raúl Benito, presidente de la firma oscense Eboca. Además, el sector ha reforzado los protocolos de limpieza. A ello une medidas como señalizar en el suelo "para que en la zona de utilización de las máquinas haya solo una persona" y coloca estos días en todas sus instalaciones "un dispensador de solución higienizante en una columna muy visible, delante de las máquinas, para antes y después de usarlas. Hemos decidido hacer esta inversión porque entendemos que aporta seguridad", explica.

No cree que esto tenga que suponer el fin de los corrillos, pero siempre que se cumplan las recomendaciones. "Se puede charlar pero a dos metros, con la limitación de espacio. Debemos seguir con nuestras vidas pero con medidas de seguridad", plantea.

Sacar un café sin tocar ningún botón

Este cambio de hábitos está suponiendo inversiones también para impulsar la digitalización, que se había iniciado en el sector pero que ahora se ha acelerado. "En un par de semanas vamos a tener activada la posibilidad de hacer la selección del producto de la máquina desde el eboca wallet, no solo pagar", señala sobre la aplicación."Se podrá sacar un café sin tocar nada más que el vaso".

Desde Vending Zaragoza se observa también una tendencia al pago con tarjeta o aplicaciones móviles. En materia de seguridad, el gerente explica que "antes del estado de alarma, previendo lo que estaba viniendo hicimos medidas específicas para el personal con guantes que se cambian después de su uso en cada máquina y la desinfección con productos específicos, también de los vehículos y la asignación de uno por persona".

Máquinas de vending con mascarillas y geles desinfectantes en el tranvía.
Máquinas de 'vending' con mascarillas y geles desinfectantes en las paradas del tranvía de Zaragoza.
Javier Cebollada/EFE

"En mi empresa hemos tenido que proveer a todos los empleados de epis, seguir protocolos internos y externos de actuación y, por supuesto, adaptarnos a los clientes según necesidades", añade Ana Isabel García, delegada regional de Aneda y administradora de la empresa zaragozana Automáticos Rogar. Reconoce que todos estos cambios se producen en un momento de "mucha incertidumbre" para el sector.

"En Aragón estamos resistiendo, con mucho sacrificio y con caídas de facturación, como todo el sector, de hasta 80%", confiesa. Las compañías habrían recuperado ahora alrededor del 50% de la actividad, con muchas empresas del sector todavía con parte de su plantilla en ERTE.

La desescalada está siendo lenta porque "seguimos teniendo muchos clientes cerrados", reconoce Benito. Entre ellos, toda la enseñanza, desde colegios a universidades, administraciones, juzgados, empresas o las que siguen en teletrabajo total o parcialmente. 

Como un ascensor o un cajero

A ello se une que algunos centros no están permitiendo el uso de las máquinas. "No entendemos que en ciertas empresas se pueda restringir el uso de las máquinas, máxime cuando no hay evidencia científica (indicado por la propia OMS) que el virus se propague por las superficies", lamentan desde la patronal Aneda. "La botonera de una máquina no es distinta a la de un ascensor, la de un cajero automático, o a un parquímetro o a un teclado de un ordenador, o una manivela de una puerta", pone como ejemplo Carabante. "Son seguros si se mantiene una adecuada limpieza", añade.

En la actual desescalada, se vuelve "poco a poco" a recuperar actividad, principalmente "en las áreas de producción porque en la mayoría de las oficinas se sigue teletrabajando", reconoce Pérez.

"Esperamos que cuando se incorpore más personal de producción y el de oficinas a las empresas vaya aumentando la actividad", dice. Sin embargo, calcula que "posiblemente hasta mediados de 2021 no se reactive todo". 

Pese a ello, ve "perspectivas nuevas" para la distribución automática y considera que habrá más hueco para sitios "desatendidos" o automatizados que "dan un servicio rápido y la posibilidad de un pago digital. Incluso comedores de empresas que se puedan automatizar". Recuerda que antes de la pandemia como sector estaban "en un momento con perspectivas muy buenas", preocupados por temas medioambientales y el aumento de los productos saludables, por los que han apostado.

Benito también afirma que el sector "tiene futuro porque atendemos necesidades que van a seguir ahí". La enseña tiene 38 años y ha vivido anteriores crisis, pero reconoce que "esta ha sido la más imprevista"y "la más dura con una caída tan brutal de ingresos que nunca se había producido". Pese a ello es optimista y coincide con quienes piensan que la recuperación "será más rápida que crisis anterior"

Para García, "hasta final de año no sabremos muy bien cómo evolucionará todo, evidentemente dependerá de si hay vacuna o no para que se pueda perder el miedo y de retome toda actividad". Aunque con las pérdidas actuales el "futuro no es muy halagüeño", cree que "hay que confiar en que podamos tener una vacuna pronto".

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