Zaragoza, la provincia aragonesa donde la brecha salarial es más aguda

La brecha salarial también se refleja en la cotización a la Seguridad Social. Así, se exhibe en la Estadística sobre la base de cotización al Régimen General de la Seguridad Social, elaborada por el ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (Mitramiss), en la que se analiza la base de cotización, es decir, la remuneración mensual bruta, de todos los trabajadores que cotizan por contingencias comunes al Régimen General del Mitramiss, de la que se excluyen el Sistema Especial Agrario y el de Empleados de Hogar, así como las bases de cotización por contingencias profesionales.

Según esta estadística, que toma los datos de junio, cada mujer empleada cotiza por una base media en España de 1.653 euros, 324 euros menos que los hombres, que cotizan de media por 1.977 euros. En la Comunidad aragonesa, esta diferencia se acrecienta hasta los 404,1 euros: las trabajadoras cotizan de media por 1.595,9 euros; mientras que los hombres lo hacen por 2.000 euros. Es decir, que las aragonesas se sitúan por debajo de la media nacional y los aragoneses por encima de esta.

Ellas disfrutan de la base media de cotización más elevada de Aragón en la provincia de Zaragoza, que alcanza los 1.616,2 euros. Una de las pocas provincias españolas donde las mujeres superan el umbral de los 1.600 euros de media, puesto que esto tan solo se reproduce en diez zonas más: en las tres provincias del País Vasco, en Navarra, en Soria, en Madrid, en Barcelona, en las Islas Baleares y en las dos ciudades autónomas. Sin embargo, a pesar de alcanzar una base media más alta, la diferencia con la cotización de los hombres resulta ser la más elevada, pues es de 437,5 euros, ya que ellos de media cotizan por 2.053,7 euros.

En cambio, en Teruel la disparidad entre las bases medias de cotización es menor, de 279,5 euros: las asalariadas se quedan en 1.566,7 euros frente a los 1.846,2 euros de ellos. Lo mismo ocurre en Huesca, donde la diferencia es de 319,5 euros, cotizando ellas por 1.516,7 euros, mientras que ellos lo hacen por 1.836,2 euros.

Esta estadística pone el foco en el hecho de que esta disparidad entre hombres y mujeres, por tanto, no solo afectaría a lo que cobran ellos y ellas a final de mes, sino que esta brecha, que se da en la cotización a la Seguridad Social, influye en las prestaciones que se pueden recibir a lo largo de la vida laboral, como el desempleo, bajas, incapacidades, entre otras. Y, también, en la futura pensión de jubilación, que depende de la cotización.

La brecha se reduce entre los más jóvenes

Asimismo, este informe también hace hincapié en el hecho de que la diferencia entre los cotizantes más jóvenes es cada vez menor. Los trabajadores menores de 24 años distan en 140 euros, una cifra que se dispara hasta los 400 euros en cuanto se comparan las cotizaciones de empleados de más de 40 años.

También la profesión es determinante. Entre las secciones económicas con más cotizantes, la brecha es mayor en las actividades profesionales, científicas y técnicas (de 512 euros); en las actividades sanitarias y de servicios sociales (de 437 euros); en el comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos de motor y motocicletas (de 436 euros), y en la industria manufacturera (de 425 euros). Sin embargo, en la construcción la brecha es menor, de 68 euros.