ECONOMÍA
Aumenta la "epidemia" de riesgos psicosociales en el puesto de trabajo
Los empleos más manuales son los que más expuestos están a esta problemática. Y dentro de estos, más las mujeres que los hombres.
Los riesgos psicosociales derivan de la mala organización u ordenación de las tareas a realizar en el puesto de trabajo. Enfermedades cardiovasculares o mentales o problemas musculoesqueléticos son algunos de los síntomas más claros, pero no los únicos. Estos afectan a todos los sectores, sin excepción. Y dependen fundamentalmente de la jerarquía del empleado: "Los que desempeñan funciones más manuales son los que más expuestos están. Y dentro de estos, más las mujeres que los hombres", ha denunciado este martes el sociólogo Sergio Salas, en la jornada en torno a este problema organizada por CC. OO. Aragón en Zaragoza.
El responsable de Salud Laboral del sindicato, Luis Clarimón, ha lamentado que los riesgos han aumentado en los últimos años a causa de "climas laborales peligrosos que, en algunos casos, se convierten en epidemias". La precariedad en el empleo o la escasa calidad de los contratos son algunas de las causas concretas que acentúan situaciones de estrés o de depresión. ¿La solución? Evaluar al personal, incluso, antes de que aparezcan síntomas. Y en caso de que no suceda, denunciar ante Inspección de Trabajo, si es necesario, para que se obligue a realizar este examen.
Un examen sistemático
Precisamente este último es el cometido de técnicos como Rosa Andrés, del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, asociado a CC. OO., quien ha instado a los empleados a acogerse a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, "que dice que todas las empresas deben garantizar tanto la seguridad como la salud" de sus trabajadores. El reto, en definitiva, es que la evaluación se realice sistemáticamente en todas las firmas, que, en su opinión, deberían contar con la opinión de la plantilla a la hora de tomar decisiones estratégicas.
En este sentido, ha criticado la oposición de algunas empresas a realizar el examen, puesto que entienden que una participación activa de los empleados entra en conflicto con su modelo de gestión. "Tienen que mirarlo desde la perspectiva de menos absentismo, menos daños a la salud o en cómo repercute al desarrollo de la jornada", explica Andrés, quien desliza que en un ambiente sano el empleado produce más.
