HOGAR

Ni a mano ni en el lavavajillas: puede que friegue mal (y aún no lo sepa)

Aunque es una tarea diaria, la mayoría cometemos errores bastante graves que hacen gastar más agua y jabón y que, además, estropean la vajilla.

Closeup of dirty dishes in the sink
Dejar reposar los platos sucios sin agua puede complicar la tarea bastante.
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Fregar los platos (o aclararlos antes de meterlos en el lavavajillas) es una de las tareas que, sí o sí, hay que hacer a diario. Además de ser tediosa y estropear el descanso de después de comer, no hay mezcla milagrosa que ayude a realizarla en menor tiempo ni consejo de profesional que alivie la carga mental. Pero, lo peor de todo no es que sea una tarea tediosa y ardua (si ha habido comilona familiar), es que la mayoría la llevamos mal acabo, desperdiciando agua y energías.

No dejar la vajilla en remojo

Aunque se intenta, no siempre se consigue: fregar después de comer es una misión dura y nada satisfactoria (hasta que se acaba la faena y se irradia felicidad ante la limpieza de la cocina). Por eso, no hay nada como dejar todos los utensilios a remojo para desprender los restos más pegados (y para poder echar una siesta de media hora después de comer).

Con el grifo abierto

No hay excusa que valga para dejar el agua correr mientras se friega, pues, ni ayuda a acabar con las manchas ni los hace brillar; solo se consigue despilfarrar un recurso natural escaso.

El agua... Fría para ahorrar

¡Jamás! Si bien es cierto que puede ayudar a ahorrar energía, se tardará mucho más rato en quitar los restos de grasa, malgastando de este modo agua. ¿Lo mejor? Enjabonar bien sin mojar y aclarar con agua caliente.

Utilizar la misma agua para aclarar

Aunque es recomendable llenar el fregadero hasta arriba de agua para aclarar sumergiendo la vajilla, cuando los platos y ollas pertenecen a comidas copiosas (o gratinados) es normal que los restos acaben flotando por el agua. Ese es el momento de vaciarlo y llenarla con agua limpia.

¿El estropajo adecuado?

Sí, como la mayoría, frotará sus platos con fuerza con la parte verde del estropajo, pero, esta zona está diseñada para quitar los restos de comida más pegados y puede dañar o ensuciar la superficie. Por eso, de manera general, hay que darle con la esponja blanda de la otra cara.

Aclarar con calma

Este paso siempre debe ser rápido para ahorrar la mayor cantidad de agua posible. Un buen truco es aclarar sobre lo aclarado, es decir, que mientras quitas el jabón de un vaso, el agua sobrante caiga sobre lo que ya has aclarado. Además, cabe tener en cuenta que no hace falta mucho jabón para fregar, por lo que quitar sus restos tampoco debe llevar mucho trabajo.

Secar nunca, lo mejor es escurrir

Vale, escurrir puede ser efectivo en algunos casos, pero si se quiere tener una vajilla limpia y reluciente, hay que coger el trapo y frotar con ganas hasta acabar con la última gotita de agua.

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