La brecha salarial por sexo "existe": es el resultado de una discriminación estructural que infravalora el empleo femenino, al tiempo que aboca a las mujeres a asumir prácticamente en su totalidad la carga que suponen el hogar o los cuidados. Tanto el secretario general de UGT en Aragón, Daniel Alastuey, como la secretaria de Formación del sindicato, Pura Huerta, han coincidido este lunes en la necesidad de implantar políticas activas para reducir estas diferencias. En este sentido, han abogado por una ley de igualdad salarial que haga públicos todos los sueldos en las empresas, al tiempo que han reclamado la instauración de medidas concretas "obligatorias" en los convenios colectivos, que favorezcan tanto la flexibilidad como la conciliación familiar.

El sindicato ha denunciado que la brecha "empieza por los bajos índices de actividad de la mujer, del 53%, un 11% menor que en los hombres". Es cierto que la mejor cualificación de ellas reduce las diferencias en los puestos que requieren más formación; pero, en los que requieren poca -o ninguna-, "tienen menos oportunidades en igualdad de condiciones". El secretario general ha lamentado en concreto "la infrarrepresentación" de la mujer en el sector industrial; no así en administraciones públicas, donde la diferencia es menor.

En cuanto a jornada laboral, la desigualdad es "brutal", según Alastuey. Las mujeres acaparan el 78% del empleo parcial. Y casi la mitad de los contratos que firman son en estas condiciones, frente al 26% del caso de los hombres. El nivel de desempleo es también más elevado en el colectivo femenino, mientras que las diferencias respecto a las pensiones son del 39% de media.

Sancionar a las que no los apliquen

La secretaria de Formación ha querido poner el foco en la educación, que entiende debe ser clave de cara a la futura equiparación. Además, ha insistido en incluir planes de igualdad en los convenios colectivos; pero, sobre todo, en la necesidad de sancionar a las firmas que no los apliquen. Por otra parte, ha resucitado dos de las reivindicaciones más recurrentes del sindicato, "que, además, afectan más a las mujeres": la derogación de las reformas tanto laboral como de las pensiones; algo que, ha apostillado Alastuey, "esperamos que el Gobierno apruebe por decreto en las próximas semanas, puesto que, en caso contrario, habrá sido una legislatura con escasa presencia de políticas sociales".

Para lograr reducir el paro femenino, Huerta ha abogado por impulsar planes de género que faciliten la formación e incorporación de la mujer, en especial en los sectores donde ellas están infrarrepresentadas. Incluso, en el caso de las desempleadas de larga duración, ha propuesto la instauración de una renta social básica adecuada a las necesidades básicas de cada una. Además, el secretario general ha abogado por la implantación de una red pública de cuidados "como en otros países para liberar" tanto a mujeres como a hombres de estas tareas.

El próximo 8 de marzo, UGT llama a la realización de paros de al menos 2 horas en todos los sectores productivos. Asimismo, el sindicato celebrará una concentración a las 12.00 en el paseo de la Constitución de Zaragoza, pero también participará en la manifestación de las 19.00. La organización entiende que la huelga general es un instrumento de cara a conseguir una medida "rápida". Y, a pesar de que "motivos no faltan", consideran "suficientes" los paros puntuales.