Miel aragonesa de calidad para frenar las importaciones chinas

Los apicultores aragoneses se han concentrado este martes en Zaragoza para denunciar la “caótica” situación que están soportando ante la entrada masiva de producto “a bajos precios y dudosa calidad” procedentes de países terceros, especialmente China. Ataviados con los atuendos propios de esta actividad y lanzando el humo que se utiliza para que las abejas crean que hay un incendio, se centren en comer y se olviden de picar, los productores aragoneses ofrecieron a los viandantes una degustación de la tierra tanto para demostrar sus diferenciadoras cualidades como para advertir que solo con el etiquetado que luce la leyenda ‘Origen España’ se tiene la seguridad de adquirir calidad, “ayudar a los apicultores españoles, a nuestras abejas, a la biodiversidad y al medio ambiente’

La protesta, que se ha realizado a las puertas del supermercado que Mercadona tiene en la plaza de Roma, de la capital aragonesa se desarrollo al mismo tiempo que se producían protestas similares frente a supermercados de 18 capitales de provincia de toda España, convocadas por la organización agraria COAG (en la que está integrada la aragonesa UAGA) para reclamar un mayor control de las importaciones y un etiquetado más transparente que obligue a detallar el país de origen.

“Queremos que el consumidor pueda elegir, que decida y sepa lo que está comprando”, ha señalado el responsable del sector en UAGA, Pedro Loscertales. Y para eso, los productores insisten en la necesidad de dar claridad a un etiquetado que actualmente solo tiene que detallar que se trata de mezcla de mieles de la UE’, ‘mezcla de mieles no originarias de la UE’ o ‘mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE’. “Esto no dice nada y en el peor de los casos solo lleva a la confusión”, ha explicado Loscertales, que insiste en la necesidad de que se detalle de forma clara y precisa en qué proporción y de dónde procede el producto utilizado para esa mezcla.

Loscertales ha lamentado además la ruinosa situación en la que se encuentra el sector, cuya producción está paralizada en los almacenes porque no encuentra salida en el mercado. El motivo es el bajo precio al que llegan los productos procedentes de países terceros y un etiquetado que beneficia a los envasadores. “La industria se ha dado cuenta de que con un kilo de miel y 99 kilos de sirope puede envasar 100 kilos de producto y venderlo como miel”, ha detallado el sindicalista que ha asegurado que, sin embargo, en los lineales de los supermercados apenas hay diferencia entre lo que el consumidor paga por un producto de calidad y otro que no lo es en los lineales de los supermercados.

Ante esta situación, los apicultores confían en que el nuevo etiquetado en el trabaja el Gobierno suponga un cambio de escenario, a pesar de que los envasadores ya han avisado que no lo cumplirán si no es obligatorio en todo el entorno de la Unión Europea. “Creemos que nuestra exigencia con el etiquetado esta más cerca”, ha destacado Loscertales, que ha recordado que más allá del producto, tanto las administraciones como la sociedad en su conjunto no tienen que olvidar que “la miel se puede comprar, pero la polinización, no”. Y de ella depende la agricultura en particular y, como decía Einstein, la supervivencia de la humanidad, en general.

Apoyo de los consumidores

La protesta ha contado además con el apoyo de la Unión de Consumidores de Aragón, cuya presidenta, Fernanda Blanco, ha insistido en la necesidad de que los ciudadanos dispongan de información clara para saber qué están comprando y de dónde procede para poder tomar así su decisión de compra. "Nos parece importante que el consumidor tenga siempre información detallada sobre el origen del producto que adquiere porque eso garantiza la trazabilidad", ha asegurado Blanco.