La llegada de los coches eléctricos cada vez se deja notar más en las calles zaragozanas. En este momento ya hay, entre Zaragoza ciudad y Zaragoza provincia, 50 puntos de recarga para este tipo de vehículos. Además, la gran mayoría de ellos cuenta con varios surtidores, por lo que el número de automóviles que pueden recargarse a la vez asciende hasta 140, aproximadamente. Puerto Venecia cuenta con varios puntos, entre ellos el más grande de Zaragoza, que alberga capacidad para cargarhasta 13 coches diferentes. Casi todos los aparcamientos de los centros comerciales zaragozanos ofrecen esta posibilidad, aunque no con la misma cantidad de surtidores.

Las ventas de estos vehículos van creciendo progresivamente conforme pasan los años. De hecho, Zaragoza es la ciudad con mayor cantidad de taxis que se mueven por electricidad y, por otro lado, las ventas de los vehículos eléctricos se han incrementado un 80% en 2018. Y en lo que va de año, ya se han matriculado alrededor de 90 en Aragón. El Renault Zoe es el que más éxito ha acaparado de todos los enchufables.

Sin embargo, favorecer el medio ambiente puede no ser motivo suficiente para comprar un coche eléctrico. Y es comprensible viendo sus elevados precios, ya que el más barato ronda los 22.000 euros y se trata de coches muy sencillos; las autonomías, que en muchos casos no superan los cien kilómetros; o incluso la estética, que a menudo no acompaña. Estas cuestiones habría que reconducirlas si pretenden que dentro de 20 años la mayoría de los coches sean eléctricos, como aseguró el Ayuntamiento de Zaragoza. Pero por otro lado, en la capital aragonesa, tienen una bonificación en el impuesto de circulación del 75%, el máximo permitido por la ley, y pueden aparcar gratis en la zona azul.

El 'impuestazo' al gasóleo tiene lugar en plena revolución de los eléctricos. De los cerca de 600.000 coches que circulan por Aragón, más de 350.000 van a percibir esta subida del carburante diésel. Sin embargo, es conveniente recordar que las energías alternativas se obtienen a través de la quema de combustibles fósiles. De esta manera, aunque su consumo no es contaminante, sí que lo es su obtención.