La campaña de fruta llega a Aragón más tarde y con menos kilos, pero de buena calidad

UAGA prevé una cosecha de 654.881 toneladas, un 13% menos que el récord histórico conseguido el pasado año. Se estima una contratación media que rondará los 20.000 trabajadores.

La campaña de fruta dulce comienza con la recolección de la cereza
La campaña de fruta dulce comienza con la recolección de la cereza
Macipe

Todavía con el amargo sabor de la “desastrosa” campaña de 2017, los agricultores aragoneses han comenzado la recolección de fruta dulce, en la que la Comunidad es la principal productora de España. Lo hacen quince días más tarde de lo habitual, porque el invierno fue bueno y proporcionó al árbol las horas de frío necesarias para una producción de calidad, pero las bajas temperaturas de la primavera y las fuertes lluvias no solo han mermado el fruto sino que han retrasado dos semanas su recolección.

Así, según las primeras estimaciones realizadas por UAGA, las zonas productoras de Aragón, que aglutinan cerca de 40.000 hectáreas de frutales, esperan una cosecha de 654.881 toneladas, un 13% inferior a la del pasado año, si bien hay que tener en cuenta que en 2017 se recogieron 756.643 toneladas, una cifra nunca antes obtenida en la Comunidad. Todas las especies, excepto la cereza, pierden kilos. Según los cálculos de la organización agraria, habrá 21.000 toneladas de albaricoque (-12%), 280.000 toneladas de melocotón (-15%), 167.381 toneladas de nectarina (-16%), 7.500 de ciruela (-27%), 72.000 toneladas de manzana (-19%) y la misma producción de pera, alrededor de 65.500 toneladas. Pero la cosecha de cereza será mayor, nada menos que un 15% hasta alcanzar las 41.500 toneladas. “Es cosa de magia, porque las heladas llegaron en el momento en que se producía la floración y matemáticamente este año no tendría que haber ni una cereza, pero no se explicar por qué, será porque las matemáticas y la agricultura no se llevan bien”, ha explicado Vicente López, Responsable del Sector Fruta y Responsable del Área de Relaciones Laborales (Migraciones) de UAGA, que junto con Francisco Ponce, responsable del Sector de la Fruta en la Comisión Ejecutiva de UAGA y Secretario Provincial UAGA-Zaragoza y Pilar Osta, Responsable Técnica Area Relaciones Laborales de la organización agraria, han presentado esta mañana la previsión de campaña de fruta dulce.

Si esta campaña no se parece en nada a la del pasado año porque “llega más tarde y con menos kilos”, el sector espera también que sea muy diferente en lo que a precios se refiere. López ha recordado que 2017, calificado ya como el “peor año de la fruticultura europea”, ha hecho tambalear a un gran número de explotaciones. “Se produjo la tormenta perfecta”, ha señalado el representante sindical, que ha relatado cómo la ausencia total de inclemencias del clima provocó un espectacular incremento de la producción en todo el continente que se convirtió en un perverso cóctel en el mercado. “Desde la crisis del é-coli venimos en caída libre, vendemos al 50% de nuestros costes de producción”, ha matizado López, que ha explicado que, de momento, el precio de la cereza “va bien”, aunque ha destacado que estas cotizaciones dependen de la climatología y ha reiterado que las previsiones hacen prever “una supercosecha” en España, por lo que habrá que esperar a los próximos días para comprobar el buen o mal comportamiento de los precios.

Lo que habrá es una buena calidad, que podría haber sido “excepcional” si no fuera por las intensas lluvias primaverales y por el granizo que ha dejado ya mermas en algunas zonas de producción, como el Bajo Cinca, han insistido los representantes de la organización agraria, que han asegurado que si bien en un pasado los agricultores optaron por variedades más competitivas y rentables y se olvidaron del sabor, ahora están trabajando con especies más adaptadas al gusto de los consumidores. “Lo que sucede es que las grandes cadenas de distribución quieren fruta con altos índices de frutos, pero si les llevas las fruta recolectadas muy madura, que es cuando cumple mejor estos parámetros, no la quieren porque no desean tener problemas en sus lineales”.

Hasta 24.000 empleados

Dado que se espera que la campaña sea inferior a la del pasado año, el número de trabajadores necesarios para su recolección también será menor, si bien “el descenso no será proporcional a la caída de la producción”, ha señalado Pilar Osta. Y a pesar de ello, el impacto de la campaña en el mercado laboral es destacado, ya que las estimaciones realizadas por UAGA hablan de una media de 20.000 contrataciones en los momentos punta de la recolección, especialmente en junio, mes en el que se concentra el grueso de la cosecha de cereza, una fruta además muy delicada de recoger y muy perecedera por lo que exige un importante número de trabajadores.

Rumanía, Marruecos, Pakistán, Senegal y Argelia continúan siendo, según la organización agraria, los principales países de origen de los trabajadores contratados por el sector durante la campaña, mientras que la mano de obra nacional se mantiene en niveles más reducidos y suelen ser los familiares de los titulares de la explotaciones, “mayoritariamente hijos en desempleo” los contratados durante la recolección. De todos ellos, el 70% son hombres y de edades comprendidas esencialmente entre los 20 y los 50 años.

“El futuro no es bueno”

A pesar de las previsiones de cosecha son buenas y existe la esperanza de que haya una cierta recuperación de los precios, los representantes de UAGA han reconocido que “el futuro no es bueno”. El sector “está decepcionado”, ha señalado Francisco Ponce, que durante el pasado año participó en las numerosas reuniones mantenidas con el Ministerio para buscar soluciones ante la grave crisis que soporta este sector de importancia estratégica en Aragón. Ponce ha explicado que “somos conscientes de que tenemos una crisis estructural”, pero ha lamentado que el Departamento que dirige Isabel García Tejerina “nos dice lo que tenemos que hacer, que eso ya lo sabemos todos, pero no aporta ni un euro, nos ha dejado a nuestra suerte”.

Ponce ha explicado que UAGA “defendía la puesta en marcha de medidas para ayudar al agricultor a continuar en el sector”. El Ministerio, sin embargo, no ha contemplado medidas a corto plazo. “Esa es nuestra decepción”, ha señalado Ponce, que ha detallado que lo único que el sector ha conseguido es una reducción de módulos y unos préstamos a bajo interés financiados por el Gobierno de Aragón que “al menos inyectarán liquidez en las explotaciones”.

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