Sobre una superficie de más de 52.000 metros cuadrados, unos 1.600 expositores del todo el mundo, presentan más de 41.300 productos alimentarios, de los que más del 5% son innovación, a unos 90.000 visitantes. Son las cifras de la 32 edición del salón Gourmets, una cita de referencia para los profesionales del sector agroalimentario, que desde este lunes y hasta el jueves se celebra en el recinto ferial de Madrid.

Hasta allí han viajado cuarenta empresas aragonesas, de las que la mitad exhiben sus innovaciones bajo el paraguas de Alimentos de Aragón, que está presente en la feria con un expositor de 216 metros cuadrados ubicado en el pabellón 4. El resto se presenta con su propio ‘stand’ o participa en el salón en las diferentes actividades programadas durante la cita.

Clásicos como el vino, el azafrán o el crujiente de almendra hasta alimentos innovadores como la longaniza con trufa negra, la hidromiel cannábica, la sal marina fusionada con romero y tomillo o repostería sin colorantes ni conservantes y aptos para celíacos son ejemplo de los variados manjares que Aragón exhibe en este salón, en el que están representados todos los sectores agroalimentarios de la Comunidad. Su objetivo, señalan desde la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA), es "consolidar y ampliar a nuevas zonas geográficas su presencia en el mercado nacional, así como mantener contactos con compradores internacionales".

Calidad diferenciada

Todas estas empresas recibieron este lunes la visita del consejero de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, que destacó en Madrid la apuesta de su departamento para aumentar la producción en alimentos de calidad diferenciada a través de las ayudas al sector.

"Tan solo el 5% de la producción agrícola y ganadera en Aragón responde a productos de calidad diferencia", destacó Olona, que recordó que para mejorar este margen el Ejecutivo ha incorporado en todas las líneas de ayuda –incorporación de jóvenes, modernización de explotaciones, industria agroalimentaria– la vinculación a las figuras de calidad diferenciada como una discriminación en positivo. Así, detalló el consejero, en los procesos de concurrencia competitiva se da puntos a los agricultores, ganaderos o empresarios que se vinculan a una de estas figuras, como pueden ser una Denominación de Origen, una Indicación Geográfica Protegida, C’Alial o  Artesanía Alimentaria, entre otros.