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Generación Kevin

REAL ZARAGOZA

Lacruz encabeza la camada de canteranos que sobresale en la pretemporada del Zaragoza. Con él, Alcolea, Unai, José, Edu García y el benjamín Ortí representan las ganas de triunfar

Generación Kevin
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

En todas las pretemporadas suele florecer un puñado de canteranos con más o menos hambre de mejorarse y que irradia ilusión. Se reúnen en torno a una esperanza y juntos la comparten y caminan con ella. Acuden a comer en grupo, se entretienen en grupo, queman el tiempo libre en grupo? Siempre, los chicos de la cantera, encarnan en una utopía entrañable, la antesala a una realidad que comienzan a digerir rodeados de futbolistas con cicatrices y para los que estos días de sudores y esfuerzos son más un periodo de resignación que de sueños. Más complicado es que un entrenador los piropee al primer intento, como hizo Gay con los seis canteranos del Real Zaragoza que destacaron en el partido ante el Navaleno. Gay les reconoció méritos y ayer los seis, Pablo Alcolea, Unai Calavia, Edu García, José, Kevin Lacruz y Jorge Ortí, digerían los elogios como si fueran gasolina: "Es un estímulo. Todos sabemos que si uno quiere quedarse en el primer equipo, debe trabajar muy duro y aprovechar esta oportunidad. Fueron bien las cosas ante el Navaleno porque nos encontramos muy a gusto en el campo". Habla Kevin Lacruz. Con apenas 18 años, consume su segunda pretemporada con los mayores del Real Zaragoza. Es el único de los seis que ya ha pisado hierba de Primera División, ha acumulado internacionalidades en todos los escalafones inferiores de la selección española y para no pocos personifica la joya más valiosa de la Ciudad Deportiva.


Representa estos días uno de los destellos de la pretemporada. Lo anunciaba en cada contacto con la pelota y lo confirmó ante el Navaleno. Kevin apunta muchas cosas buenas con el pie, pero muchas más con una mente tan ordenada y formada que impacta para su juventud. Buen estudiante, fanático de Bob Dylan, en el club, miden prudencialmente sus pasos y lo acercan poco a poco al primer equipo. De momento, Kevin define su anatomía. Se ha estirado unos centímetros y ganado masa muscular sin perder su estilo vibrante y sencillo. "Ahora tengo mucha más confianza -comenta Kevin- En la pasada temporada, viví muchas experiencias intensas y eso me ha ayudado a afrontar las cosas de otra manera". Kevin, zaragozano, se refiere a un año de contrastes acusados, una montaña rusa: Marcelino se lo llevó de pretemporada, lo hizo debutar en Primera ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán y en La Romareda frente al Valladolid, luego se fue al Mundial juvenil, volvió y regresó al filial, desapareció de los entrenamientos del primer equipo y, más tarde, de las alineaciones del 'B'? "Todo esto me ha ayudado mucho. Ahora estoy ilusionado, como mis otros compañeros de la cantera. Queremos jugar en el primer equipo, estamos aquí y debemos aprovecharlo. Hay que ser humilde y trabajar con constancia y desparpajo", explica Kevin, cada vez con más aspecto de futbolista de Primera División: "Me lo tomo con ganas y calma. Aurelio nos dijo que si estábamos aquí era por algo. Así que si trabajamos bien y demostramos lo que sabemos, nos quedaremos".


Discípulo de Aurelio Gay

Con José Aurelio Gay, Kevin entra más en el tráfico de la pelota. Sigue concretando su posición, pero más alejado de los flancos en los que se movió la pasada temporada. Ahora opera donde se toman las decisiones. "Conozco a Gay y él me conoce. Me pide que coja el balón y lo distribuya, que no tenga pérdidas y me mueva. Siempre he sido polivalente, capaz de jugar por dentro o por fuera, pero con Gay lo hago más en el mediocampo, en el doble pivote, con libertad (como lo hizo ante el Navaleno), o en la mediapunta, donde también me encuentro a gusto", analiza Kevin.


Conocedor de una pretemporada, Kevin actúa como cicerone de los demás canteranos. Él se encarga de presentarlos: "Unai ha progresado mucho. Era tercer portero del filial y ahora está aquí porque se lo merece". Sigue Kevin: "Pablo ha seguido la misma trayectoria que Unai. Siempre han jugado juntos. Es un currante que ha trabajado duro". El turno de José: "Vino el año pasado y realizó una extraordinaria temporada en el filial". Introduce Kevin a Edu García: "Coincidí con él en el juvenil de División de Honor. Tuvo un pasado año difícil por culpa de las lesiones de tobillo, no jugó mucho, pero es un gran futbolista. Un centrocampista de banda eléctrico, con un gran uno contra uno y un muy buen centro". Y, por último, Jorge Ortí: "Es el más joven de la expedición. Un gran delantero. Es un rematador y tiene gol, como demostró ante el Navaleno".


Los demás escuchan a Kevin. Unai y Pablo Alcolea son los mayores. De 21 años, pertenecen a la generación de Brunete y el Campeonato de España Cadete: Barba, Alex Sánchez, Ander Herrera... Ambos comparten portería desde los 12 años y, de la mano, han subido peldaños en el Zaragoza. "No conozco un caso igual en la Ciudad Deportiva", dice Alcolea. Unai le replica: "Llevamos juntos desde infantiles y jamás hemos tenido un roce. Somos grandes amigos".


El lateral derecho es José Ruiz, levantino de 20 años, formado en las inferiores del Valencia que llegó a Zaragoza desde el Santa Eulalia de Ibiza. "Eres del filial, pero la gente te trata como uno más. Tengo una gran ilusión por estar en esta pretemporada, siempre es motivador que cuenten con la cantera", relata José.


Le sigue Edu García, centrocampista de banda derecha o izquierda de 20 años: "Estamos aquí para hacernos un hueco, con ilusión, trabajo y ganas. Que el entrenador hable bien de nosotros es buena señal, significa que lo estamos haciendo bien". Aparece el benjamín de este Real Zaragoza, Jorge Ortí, de solo 17 años, que ha saltado desde el juvenil tras proclamarse recientemente subcampeón de Europa sub 17 y que debutó ante el Navaleno con la pistola cargada: "Aunque fuera un partido de entrenamiento, soy feliz por los dos goles. No me esperaba estar en esta pretemporada. Los compañeros del primer equipo me han acogido muy bien y los entrenamientos están siendo tan duros como esperaba. Acabas bastante cansado".


Todos buscan referencias en Ander, Goni o Laguardia, los últimos que fueron como ellos. No es complicado verlos junto a los seis, recomendándoles y apoyándoles. "Ander es un ejemplo. A mí -cuenta Ortí- es el que más me está ayudando, mejor me ha acogido y más me anima". Alcolea amplía: "Nos resuelven las dudas y nos explican cómo funciona esto".


A todo ellos los conoce a la perfección Gay, con quien completaron el pasado verano la pretemporada del filial y el principio del curso. Sin duda, una ventaja."Sabe cómo somos", indica Edu García. "Tanto Aurelio, como Rober (Cabellud) y Mikel (Insausti) saben lo que podemos darles y nosotros lo que quieren", describe Unai. "Me pide lo mismo que en el filial. Lo primero es ayudar al equipo y defender y, después, intentar sumarse al ataque", apunta José.


Para ellos, el camino arranca ahora. Son ilusión, hambre, ambición, paciencia y respeto, chicos a los que Gay no les pondrá freno. "El entrenador nos ha dicho que todo está en nuestras manos", asume Kevin. "Nos lo ha dejado claro. Estamos llamando a la puerta y nos ha dicho que la tiremos abajo", culmina Pablo Alcolea.

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