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Antonio Hidalgo: “Con el Espanyol hay que competir al máximo y saber sufrir”
El entrenador de la SD Huesca advierte de que “no se puede vivir de lo de Miranda” y recuerda que “la urgencia sigue siendo máxima”.
Con muy poco tiempo para paladear la victoria en Anduva (0-3), la SD Huesca se prepara para el doble reto de puntuar este sábado en el estadio del Espanyol (16.15, LaLiga TV Hypermotion) y mantener así un ritmo inabordable para los rivales directos que se mueven por debajo en la clasificación. Antonio Hidalgo recordó en varias ocasiones durante la rueda de prensa de la previa que “la situación sigue siendo de urgencia máxima” y no quiere perder de nuevo el colchón de dos puntos sobre los puestos de descenso.
Los azulgranas han dispuesto de tres sesiones de trabajo antes del viaje a la Ciudad Condal que han abordado con la “confianza” que les ha otorgado el triunfo ante el Mirandés. Ahora les aguarda otro desplazamiento de distinta naturaleza con el afán de “aumentar la distancia” y “competir al máximo ante uno de los rivales más poderosos, con la idea de saber sufrir mucho”. El choque encierra “exigencia” y pide “concentración los 90 minutos. Con su calidad en el último tercio, te despistas y te hacen gol, vienen reforzados tras una situación convulsa y el ambiente les ha cambiado. Les hace más peligrosos”.
El catalán advierte de que los plazos son implacables y “no podemos estar viviendo de Miranda. Hemos hablado de lo que hay que mejorar. La urgencia es máxima y el nivel de sufrimiento ha de estar al límite para salir adelante. Esa mejora está y el jugador está cómodo en esa estructura. Hay que seguir reforzándolo”. El notable rendimiento de la SD Huesca a domicilio, pues es el segundo mejor visitante con 18 puntos, no contiene ningún motivo especial: “Preparo los partidos de la misma manera y unas veces sale así. No hay una varita mágica. Jugar fuera tiene sus condicionantes y hay que seguir haciendo lo mismo para mejorar en casa”.
Hidalgo no se cansa de lanzar avisos para que nadie de relaje porque “es una evidencia, si nos vamos al día del Amorebieta, todos teníamos otra mentalidad. El que sepa controlar esa montaña rusa de emociones, de subir y bajar, saldrá adelante. Tenemos que vivir en esa tranquilidad y tener humildad máxima. Es una situación muy mejorada desde que llegué pero es una urgencia y lo entendemos todos”.
Reconocía que este sábado es “un día difícil, el Espanyol es un equipo para ascender y con empuje desde el minuto 1, con una afición más paciente con ellos después del 2-3 en Éibar. Hay que intentar hacerles daño con la pelota y manejar los tiempos”, así como contrarrestar al máximo goleador de la Segunda División, un Martin Braithwaite que es “un jugador muy por encima de la categoría”.
Después de ganar, “todo se ve diferente y con más tranquilidad, los empujo y llevo al límite, a veces demasiado, pero la situación lo requiere. Es mi manera de ver el fútbol y la vida, lo hablo con mi hijo y le cuesta un poco más, ellos son más receptivos”, bromeaba el entrenador, inmerso en la “vorágine” de “tratar de tomar las decisiones correctas”: “Cada rival es diferente, y la interpretación es elemental. Los números son distintos fuera y casa, da igual donde se suman puntos, ahora hay que pensar que es un partido importantísimo”.
A los oscenses no les interesa un partido abierto, “tenemos que hacer valer nuestra solidez y ahí tiene nuestro equipo su crecimiento”. La SD Huesca estará bien acompañada, pues el club ha vendido 470 entradas a las que hay que añadir las cien de protocolo. “Estamos encantados de que estén a nuestro lado, que estén preparados para sufrir porque eso luego te hace disfrutar. A los que estuvieron el otro día en Anduva hay que hacerles un monumento, y qué mejor regalo que la victoria”. También apuntó que Carlos Gutiérrez está listo para jugar como opción por la baja del sancionado Jorge Pulido. Tampoco estarán los lesionados Joaquín, Javi Mier y Rubén Pulido. El concurso de dos jugadores del filial, Iker Gil y Fernando Guerrero, ha completado la sesión previa al viaje.
