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El peso de doce partidos que el Huesca se ha quitado de encima
La victoria ante el Racing de Ferrol del domingo, la primera en El Alcoraz desde abril, se confía que sirva de impulso para crecer en la tabla.
La victoria ante el Racing de Ferrol del domingo le quitó a la SD Huesca el peso que durante ocho meses ha cargado a sus espaldas y que semana a semana le ha estado encorvando cada vez más. Por primera vez desde el 9 de abril, por primera vez tras doce partidos, los azulgranas vencieron en El Alcoraz. Lo hicieron con un 1-0 obra de Javi Martínez. “Es inimaginable, no se puede calcular cuánto lo necesitábamos”, valoró el soriano el triunfo. Bastó con ver la celebración sobre el césped e incluso el vídeo de la llegada al vestuario difundido por el club para comprender que la importancia del resultado va más allá de los efectos en la clasificación, en la que la salvación se ha acercado a un punto, y que incide directamente en la moral. Se habla de haber ahuyentado fantasmas y se confía en que sirva para tomar impulso y cerrar la primera vuelta, a la que le restan dos jornadas, de la mejor manera posible.
La mala trayectoria en casa, de hecho, explica que los oscenses se hayan atorado en la zona de descenso. Cuentan 19 puntos, doce como visitantes y siete como locales. A domicilio son el cuarto mejor equipo, y ante su afición, el tercero peor.
La situación es diametralmente opuesta a la vivida el curso pasado. Entonces se engarzaron quince careos seguidos sin ganar lejos y otros tantos puntuando en El Alcoraz igualando el récord obtenido con Rubi en la 2017-18. La racha se truncó ante el Alavés en la jornada 34. Después se ganó al Burgos en aquel 9 de abril con un 2-1 que incluyó dos goles de Juan Carlos en el añadido de la primera parte y desde entonces y hasta el domingo se habían enlazado seis empates y seis derrotas.
Poniendo el foco solo en la actual campaña, la marca era de nueve duelos, cinco tropiezos y cuatro tablas. Hasta ahora, el peor dato del Huesca en El Alcoraz en Segunda División había sido de siete actuaciones sin un marcador a favor. Sucedió en la 2010-11, en la 2011-12 y en la 2021-22.
La dinámica que se confía en haber dejado atrás incluye múltiples casuísticas. Comenzó este curso con una mala actuación ante el Tenerife (0-2) que dio continuidad a la deriva iniciada antes del verano y siguió con un 1-1 con el Mirandés en el que el empate lo festejaron de penalti en el 84 los visitantes. En el 2-2 con el Villarreal B la falta directa de Sielva en el añadido igualó una desventaja que había sido de dos goles. De forma consecutiva, contra el Sporting, el Eldense y el Elche el resultado fue de 0-1. En el segundo de ellos, tras el que fue destituido Ziganda, el golpe se produjo en el minuto 96 y en el tercero, que sirvió de estreno de Hidalgo ante su nueva afición, en el cinco. El único 0-0 fue con el Albacete. Con el Espanyol hubo que reponerse al penalti que marcaron primero los pericos y con el Valladolid el 0-1 fue con otra pena máxima, muy protestada.
Para revertir la trayectoria no solo ha habido que mejorar el juego, sino también la comunión con la grada. Los cánticos iniciales contra el palco se han convertido ahora, especialmente desde el cruce con el Espanyol, en apoyo constante a los jugadores, también mucho más activos sobre el césped.
La meta que se planteó con la llegada de Antonio Hidalgo fue la de concluir la primera vuelta con veinte puntos o más. Falta uno. El domingo el Huesca visitará al Levante (16.15) y el jueves siguiente alcanzará el ecuador de la liga recibiendo al Cartagena (19.00), rival directo en la carrera por no perder la categoría.
