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SD Huesca: una línea recta con curvas arbitrales
Los azulgranas cierran un noviembre positivo, en el que han sumado siete puntos y solo han recibido dos goles tras sendos penaltis con polémica.
Mastica la SD Huesca la derrota ante el Real Valladolid (0-1) y trata de digerir el final de la racha de jornadas sin perder, frenada en casa a partir del penalti señalado de manera arbitraria por el valenciano Saúl Ais Reig. Los azulgranas mantienen unas constantes de juego y solidez de las que no se apartaron frente a los pucelanos y con las que se han sujetado durante un mes de noviembre nutritivo, que arroja un balance de siete puntos y que terminará no obstante con el equipo en puestos de descenso y, sobre todo, en plena reacción bajo la tutela de Antonio Hidalgo.
Desde la llegada del técnico catalán, la SD Huesca ha encontrado una línea recta que aspira a seguir para abundar en la deseada remontada. Ha dado con una idea de juego y un once con el que aspira a la estabilidad al margen de las inevitables lesiones y sanciones. Frente al ensayo y error que se convirtieron en una constante con Cuco Ziganda en las diez jornadas en las que el navarro se sentó en el banquillo, Hidalgo moldea su proyecto y sortea las dificultades con las que también topó su predecesor en el cargo. Sobre todo, la falta de gol. A la espera de que el mercado de invierno sirva para corregir estas lagunas, en el club cunde la impresión de que se ha acertado con el relevo.
La defensa de tres centrales, con la desgraciada lesión de Rubén Pulido y el paso adelante de Jérémy Blasco; los dos carrileros inopinados, con una situación para Juanjo Nieto que le hace rendir en varias parcelas del campo y con Miguel Loureiro a pie cambiado; el centro del campo, intenso y jugón; Joaquín Muñoz y, sobre todo, Gerard Valentín para abrir el campo y marcar diferencias con la referencia ofensiva clara de Samuel Obeng. Una idea general sobre la que pivota el bloque azulgrana, que en noviembre solo ha encajado dos goles. Ambos, con penaltis polémicos. Sobre todo, el señalado a Blasco frente al Espanyol.
La presunta falta de Gerard Valentín sobre Raúl Moro, negada por los azulgranas y a falta de una toma televisiva de mayor calidad, marcó para mal el duelo con los blanquivioletas, jugado de tú a tú. La SD Huesca ha superado el empinado tramo de calendario que deparaba la secuencia con Espanyol (1-1), Real Zaragoza (0-2) y Real Valladolid con un balance de cuatro puntos de nueve posibles. Un botín que la entidad da por valioso con el pesar de que, sin embargo, las decisiones arbitrales hayan privado al equipo de unos números todavía mejores. Noviembre deparó de entrada las victorias visitante ante Amorebieta en LaLiga Hypermotion (0-1) y Águilas en la Copa del Rey (0-1).
El balance total de Hidalgo hasta la fecha es de nueve puntos de 21 en juego, y la SD Huesca ha encallado esta jornada en los 16 que le impedirán abandonar el descenso con independencia de lo que hagan sus rivales más próximos, Andorra y Villarreal B. El del viernes fue el primer choque en que los azulgranas se quedaron sin marcar desde el 0-0 con el Albacete el pasado 29 de octubre. Los problemas ante la meta contraria, con un Obeng muy superado por la zaga pucelana y que además arrastra molestias físicas, son una rémora que se tratará de corregir a partir del 1 de enero. Antes, los oscenses arrancarán el domingo 3 de diciembre en el Principado de Andorra el último esfuerzo antes del parón navideño.
El objetivo, mínimo y razonable, al final de la primera vuelta pasa por que los azulgranas sumen cuatro puntos más en cuatro partidos: Andorra, Racing de Ferrol en El Alcoraz, Levante en el Ciutat de Valencia y Cartagena de nuevo en casa. Un maratón al que se añade la eliminatoria copera contra el Antequera el 6 de diciembre. La falta de victorias en general y en El Alcoraz en particular representan la principal traba en un paisaje que ha muestra colores más amables con Hidalgo pese a que los problemas endémicos y el criterio arbitral empañen el día a día de la SD Huesca.
