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La encrucijada de Cuco Ziganda en el Huesca

El técnico, señalado por parte de la grada en el 2-2 con el Villarreal B, atraviesa por un difícil momento tras seis jornadas sin ganar. El mensaje del club es de calma y apoyo.

Ziganda, pensativo, durante el partido con el Villarreal B.
Ziganda, pensativo, durante el partido con el Villarreal B.
Verónica Lacasa

Cuco Ziganda se encuentra en su momento más complicado desde que llegó a la SD Huesca. Se han consumido ya seis jornadas de la que es su segunda temporada en El Alcoraz, la primera victoria continúa sin llegar y los nervios han aflorado en una grada a la que tampoco le acabó de convencer cómo se terminó la anterior campaña. Quedó de manifiesto en el 2-2 frente al Villarreal B rubricado por Sielva el sábado con un gran gol de falta en el descuento. A los cánticos contra la directiva que ya se habían podido oír en la visita del Tenerife en el que era el segundo compromiso del curso, se les unió el ‘Cuco vete ya’ en parte de un sector del estadio. La acción fue afeada con pitos por otros aficionados, pero dejó señalado al técnico.

"Es duro, pero es fútbol y puede suceder en este momento. No me va a afectar y todos salimos perdiendo. No ayuda a que tengamos más opciones de remontar con las dificultades que tenemos", comentó después lógicamente afectado. "La temporada ha empezado rara y no somos capaces de parar ese runrún. Es una pena, pero sabemos que en el fútbol no hay término medio", añadió.

Los números del Huesca hasta el momento son de dos derrotas y cuatro empates. Es decir, es un equipo difícil de ganar, pero que tiene que sudar mucho cada punto. Especialmente, porque está pagando caro los errores individuales y la falta de contundencia. Con el Villarreal B, sin ir más lejos, a pesar de que los azulgranas estaban protagonizando unos buenos primeros minutos, un fallo en el despeje de Álvaro, que dio una patada al aire, supuso el 0-1 y un mal balance defensivo fue aprovechado por Ontiveros para lograr el 0-2 aún en la primera mitad. Desde que se entró en la zona de descenso en la segunda jornada no se ha vuelto a salir y sobre el césped se nota la ansiedad por la falta de buenos resultados.

Desde el club el mensaje que se sigue trasladando es el de tranquilidad. Se considera que aún queda mucha liga y, aunque se entiende que el equipo tiene la capacidad de hacerlo mejor, también existe la consciencia de que, debido a la tardía llegada de refuerzos llamados a ser importantes, el grupo aún no está cuajado en lo futbolístico y que hay jugadores en momentos de forma muy dispares. A Ziganda, por ahora, le avala la tranquila permanencia alcanzada en el anterior ejercicio y la unión que muestra el equipo. "Es un extraordinario técnico, el vestuario está con él y es una piña", comentó Fernando Callizo, el presidente del consejo de administración, en la ofrenda a San Lorenzo del martes pasado.

Lo que caracterizó al Huesca la temporada pasada, especialmente en la primera vuelta, fue su fiabilidad defensiva, su efectividad de cara al gol y su fortaleza en casa. Siete de sus once triunfos fueron por 1-0 o 0-1 y 36 de sus 52 puntos los capturó en El Alcoraz. Ahora, solo se ha conseguido dejar la portería a cero una vez y las mejores actuaciones se han firmado fuera.

Los azulgranas son capaces de realizar buenos minutos que atisban la posibilidad de un futuro mejor, pero no tienen continuidad. En seis jornadas ha habido muchas variaciones. De hecho, el equipo que comenzó la liga, es diferente al actual. Ya no están Escriche, Soko,Carrillo y Ratiu, y en cambio primero recaló Javi Martínez y en el último día de mercado se realizaron las inscripciones de Tresaco y Kento, y los fichajes de Mier, Vallejo y Bolívar. 

Solo se ha repetido once una vez con Álvaro, Obeng y Sielva como únicos titulares fijos, y, tratando de amoldarse a lo que tenía disponible en cada momento, Ziganda ha empleado de inicio ya tres dibujos tácticos. Comenzó con el 5-2-3 ensayado durante la pretemporada -en la que perdió piezas que hubiesen sido protagonistas como Mateu y Salvador-, con el regreso de Javi Martínez se cambió al 4-4-2 y con la inclusión de Mier y Hugo Vallejo, al 4-3-3. Muchos vaivenes con los que se está intentando conjugar el rendimiento deportivo con la puesta a punto de los nuevos.

A lo largo de su experiencia en en los banquillos de Primera y Segunda División, el preparador navarro ya ha hecho frente a situaciones así al inicio de una campaña. El de Osasuna lo tuvo que dejar precisamente tras las seis primeras jornadas del que era su tercer ejercicio en ese destino tras dos empates y cuatro derrotas. Un año después, con el Xerez el primer triunfo llegó a la séptima y su adiós se produjo en la 17ª. Con el Oviedo, en la 2020-21 tardó cinco partidos, pero después remontó el vuelo. La temporada pasada, la racha más larga de encuentros sin ganar fue como la de ahora, de seis. Se produjo entre la jornada 20, la del 3-0 en La Romareda, y la 25, contuvo dos tropiezos y cuatro tablas, y se cortó con un 1-0 con el Mirandés. 

La siguiente ocasión de lograr una victoria será el sábado en Alcorcón (21.00). En la zona noble de El Alcoraz no se entiende que sea una final, pero conviene mucho ganar.

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