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Ziganda: “Nos agarramos a que tenemos tiempo, margen y mimbres para mejorar”
El técnico huye de calificar la visita del sábado del Villarreal B como una final, pero sí que es consciente de que es “un partido muy importante”. "La mejor vitamina es ganar", afirma.
Tres puntos en cinco jornadas, aún ninguna victoria en su haber y atorada en los puestos de descenso. El inicio de temporada de la SD Huesca, como su propio técnico reconoció este jueves, "no está siendo el que esperábamos" y por ello la visita del Villarreal B del sábado (16.15, LaLiga TV Hypermotion) la entiende como "un partido muy importante". Nada más y nada menos, porque tiene claro que "no podemos estar jugando finales desde septiembre". Quiere huir de dramatismos -termino que reserva para el desenlace del calendario "cuando tienes que ganar tres de cuatro o sacar 15 de 20 puntos"- en un choque en el que se agarra a que "tenemos tiempo, margen y mimbres para mejorar". "Si salen bien las cosas estaremos muy contentos. Si no, nos llevaremos un palo y seguiremos hacia delante", quiso dar normalidad a una situación cuyo remedio tiene claro: "Ganar es la mejor vitamina".
Tras la derrota por 2-0 ante el Leganés, aunque algún jugador haya sufrido molestias, la semana de trabajo deja en principio solo la consabida baja de Rubén Pulido, que sigue recuperándose de una lesión muscular. Los últimos días han servido para que los fichajes más recientes sigan avanzando en su puesta a punto. "Cuanta más gente tengamos disponible y en las mejores condiciones, más beneficioso será para todos", afirmó el preparador.
En la tradicional ofrenda a San Lorenzo el presidente del consejo de administración, Fernando Callizo, envió el martes un mensaje de tranquilidad y lo mismo hizo al día siguiente desde el vestuario el portero Álvaro Fernández. "Esto es fútbol y ya sabemos cómo se mueve desde agosto, la sensación es de que cada partido es una final porque se vive con mucha pasión. No estamos ganando y debemos ser conscientes de que tenemos que hacer las cosas mejor en todos los sentidos", comentó Ziganda, subrayando que "estamos empezando y no sirve de nada ponerse nerviosos". "No es nuestro mejor momento y la calma nos puede venir bien", reconoció.
En el plano personal, Ziganda se siente "bien" aunque no sabe cuál es en estos momentos su situación. "El entrenador tiene que estar bien, porque si él no lo está, el equipo no lo va a estar e incluso cuando él está bien, puede que el equipo no funcione", reflexionó. "Me gustaría ganar y tener más puntos, pero es parte del juego y soy consciente de las dificultades", explicó. "Veo que el equipo quiere, que entrena con muchas ganas y está unido", aseguró.
El Huesca solo ha conseguido hasta la fecha marcar dos goles, un balance ofensivo pobre para el que se buscan soluciones. En Leganés "en la primera parte casi no llegamos y en el segundo tiempo quitamos un delantero para poner otro medio y tuvimos más presencia", ejemplificó, haciendo referencia al cambio de Javi Mier y Vallejo por Joaquín y Kortajarena al descanso. "Para ganar hay que hacer muchas cosas bien, entre ellas ser más consistentes en todos los planos, sobre todo en el defensivo", recalcó. Está seguro de que los tiros al palo que se han lamentado en los últimos encuentros "a lo largo de la temporada irán para dentro" e hizo hincapié en "cuidar detalles como que una falta a a favor no se convierta en una contra". "Es importante que terminemos de estar cómodos en el campo", expuso incidiendo en que en la categoría "las diferencias son mínimas, las marcan cosas como un penalti o un larguero". "Ninguno somos el Manchester City", comentó.
Aunque con otro modelo de juego, en el Villarreal B observa similitudes con el Mirandés, el último rival que pasó por El Alcoraz y con el que se firmó un 1-1. "Es un equipo de jóvenes a los que no les quema la pelota y que manejan aspectos como la estrategia y las transiciones", desgranó. "La temporada pasada consiguieron una salvación de mucho mérito", valoró. "Nos complicará mucho", alertó de un conjunto que suma un punto más que los azulgranas y que se presentará tras "un gran empate" en Ferrol, un 2-2 que se agregó a la victoria por 3-1 sobre el Eldense de la segunda jornada.
Ante la ansiedad por lograr un buen resultado "hay que ser lo más racionales posibles, no nos podemos guiar solo por los sentimientos". "La incertidumbre por no haber ganado es real, que no jugamos como nos gustaría es real, que hay mucho tiempo para todo es real", expuso. "Podemos ser el equipo fiable que fuimos durante la mayor parte de la temporada pasada", está convencido. Para ello pidió el empuje de la afición. "El año pasado fue clave en que fuese más o menos tranquilo", se dirigió a la grada de la que sabe que "espera que le demos algo como goles y ocasiones".
