Los últimos días de mercado acostumbran a ser una montaña rusa. Los clubes llegan con deberes pendientes y las situaciones cambian a gran velocidad. Aunque Diego Aznar apuntaba a salir de la SD Huesca después de haber tenido sobre la mesa hasta diez propuestas -el Valladolid mostró un importante interés y el Valencia ha realizado una oferta formal-, lo cierto es que la entidad azulgrana le ha comunicado que su intención actual es que siga a las órdenes de Ziganda. La situación, no obstante, es susceptible de cambiar antes de que el periodo de inscripción de fichajes fine el viernes. Especialmente si se consiguiese la contratación del delantero que se persigue y que le complicaría las posibilidades de jugar.

Ziganda lo quiere tener a sus órdenes. Lo viene observando de cerca desde el final del pasado curso -cuando llegó a debutar con el primer equipo- y le ha convencido. Eso sí, en las tres jornadas transcurridas desde el inicio del curso aún no se ha decidido a emplearlo. Sin ir más lejos, en el 0-0 del lunes con el Racing, en un choque para el que el Huesca solo pudo contar con 19 efectivos, fue el único jugador de campo que se quedó sin pisar el césped junto a Juanjo Nieto.

Al respecto, en las preferencias del preparador navarro le ha adelantado Kanté, en la rampa de salida durante todo el verano, pero que finalmente todo apunta a que también se quedará tras haber rechazado varias propuestas. A la espera de que se produzca la inscripción de Tresaco, movimiento que se está dilatando en el tiempo y que podría no concretarse hasta el último momento, ellos dos y Obeng son los tres puntas que maneja ahora mismo Ziganda, que en El Sardinero, con el regreso al 4-4-2, desempolvó un recurso que ya había usado en la segunda vuelta del último ejercicio recolocando a Joaquín, un extremo, junto a Obeng.

El delantero que se busca sería alguien capaz de compartir la titularidad con el ghanés y, preferiblemente, que conozca la categoría. Sin embargo, encontrarlo no está resultando fácil dentro de un mercado en el que no abundan los jugadores ofensivos. La otra prioridad es alguien capaz de desenvolverse por banda.

Aznar, zaragozano de 19 años, despuntó la temporada pasada en el filial del Huesca, al que se incorporó tras un infructuoso paso por la cantera de Osasuna y después de haber llamado la atención en el Montecarlo. En 3ª RFEF marcó 23 tantos convirtiéndose en el máximo goleador nacional empatado con Dago, del Marbella. La cifra no pasó desapercibida, muchos llamaron a la puerta -incluido el Valencia, que va tras sus pasos desde tiempo atrás- y después de una larga negociación se consiguió la renovación.

Al finalizar la temporada pasada la delantera azulgrana se encontraba muy poblada. Sin embargo, ha ido perdiendo miembros. Primero se rescindió a Juan Villar, después se cedió a Kevin Carlos al Yverdon suizo, hace dos semanas llegó la desvinculación de Carrillo y el sábado pasado se produjo el traspaso de Escriche al Albacete.