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Andrés, el seguro de vida del Huesca
Con el penalti que detuvo en el 0-0 con el Málaga, el meta murciano volvió a demostrar que es uno de los principales activos del equipo de Ziganda.
Más que un portero, lo que la SD Huesca tiene contratado para proteger su línea de gol es un seguro de vida, un valor fiable en el que confiar y refugiarse en los peores momentos que rara vez defrauda. El lunes ante el Málaga, Andrés Fernández, como ya es costumbre, volvió a ser decisivo. El murciano detuvo el penalti lanzado por Rubén Castro para conservar un 0-0 con el que los azulgranas dejaron la salvación encarrilada. A falta de cuatro jornadas tienen ocho puntos de colchón sobre el descenso, zona que abre precisamente el Málaga al que además le tienen ganado el ‘average’.
Fue todo un duelo al sol en el minuto 80. López Toca, alertado por el VAR y tras revisar el vídeo decretó la pena máxima en un derribo de Tomeo a Escassi acaecido varias acciones antes. Tomó la responsabilidad de lanzarlo un exazulgrana, toda una leyenda del fútbol español, el máximo goleador histórico nacional. En juego estaba parte importante de las opciones de salvación del Málaga y el peligro de que al Huesca se le complicase el desenlace del curso. Rubén Castro apuntó a su izquierda y lanzó a media altura. Andrés lo adivinó y voló para despejar. La película se repetía. Hace un año en la visita al Cartagena, club donde militaba entonces, el ariete también retó desde los once metros al cancerbero de los oscenses sin conseguir superarlo.
Los focos se fueron hacia Andrés, que, no obstante, quiso compartir el éxito con el preparador de porteros, Adrián Mallén, y con su compañero de demarcación, Juan Pérez. "Los penaltis siempre se trabajan en conjunto, siempre lo hablamos antes de empezar el partido. Cada uno da su opinión, y habíamos comentado que si lo tiraba Rubén, lo haría de esa forma, ha salido bien", expuso tras el choque. "Todos sumamos y gracias a la labor de todos se paran los penaltis", amplió el mérito también a todo el vestuario.
Hasta entonces, había tenido un choque relativamente tranquilo. La muralla defensiva azulgrana funcionó bien y los andaluces solo apuntaron entre los tres palos en toda la tarde en dos ocasiones. Muy diferente había sido por ejemplo una semana antes en el 1-1 con el Tenerife en el que tuvo que aparecer seis veces y en el que se creció tras haber encajado el empate para al menos retener un punto.
Al respecto, el murciano es el cuarto cancerbero de la categoría con más paradas, suma 106, y marcha sexto en la clasificación del Trofeo Zamora. Lleva recibidos 31 goles en 38 partidos. Solo cinco equipos han lamentado menos dianas en contra y eso que el Huesca es el quinto que más disparos soporta sobre su meta (468).
Con el marcador de La Rosaleda, Andrés acumula ya 16 porterías a cero, lo que le deja a una del récord del Huesca, el que él mismo estableció la temporada pasada tras superar la marca de quince que compartían Herrera y Remiro. El actual es su cuarto ejercicio como azulgrana, el tercero consecutivo desde que regresó en 2020. Ha vestido la camiseta de los oscenses en 132 ocasiones, solo otro capitán, Jorge Pulido, con 205, le supera en una plantilla en la que tiene una importante ascendencia. "Se merecía parar el penalti por el año que está haciendo, ha parado el más trascendente", reconoció su labor Ziganda.
De 36 años, en junio finaliza su contrato por lo que el asunto de su renovación se ha convertido en un tema recurrente cada vez que toma la palabra. Su postura hasta la fecha se ha mantenido firme. Muestra su buena predisposición y emplaza al cierre de la temporada para tratar con calma el asunto. Sabe que todo está a expensas de lo que el ajustado límite salarial del club pueda permitirse.
