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La SD Huesca deja en Málaga la salvación casi finiquitada
Andrés paró un penalti a Rubén Castro en un partido de nervios crecientes que permite a los oscenses alejarse a ocho puntos del descenso más el ‘average’, con doce en juego.
Para que sea matemático falta un paso corto. La SD Huesca dejó la salvación casi atada en su visita a La Rosaleda. La tranquilidad con la que se ha movido toda la temporada es muy difícil que se vaya a ver alterada en las últimas cuatro jornadas. El 0-0 que firmó ante el Málaga, con parada de Andrés en un penalti lanzado por Rubén Castro incluida, implica que con doce puntos por entrar en juego la distancia con el descenso, zona que marca su rival de este lunes, al que el agua le sobrepasa ya la nariz, sea de ocho puntos más el ‘average’. Los deberes están casi hechos, que no terminados porque para los 50 -la cota marcada como objetivo- faltan dos y porque la misión después será acabar lo más arriba posible por aquello de la recompensa económica de los derechos de televisión.
Atrapar el punto en Málaga no fue sencillo. Enfrente hubo un oponente que se jugaba la vida y que tuvo casi 30.000 gargantas empujándole. Sin embargo, el Huesca supo jugar en ese escenario. Primero desactivó el ímpetu inicial de los blanquiazules haciendo que la primera parte fuese anodina y aunque después, como cabía esperar fruto de las urgencias locales, el choque se animó, se consiguió que el duelo girase más alrededor de las faltas, las protestas y los nervios, que de la portería visitante. Eso sí, todo se podría haber ido al traste con el lanzamiento desde los once metros, pero apareció el seguro de vida de los de Ziganda, Andrés, decisivo un día más. En el debe, el habitual, la falta de mordiente ofensiva. Hay cosas que no cambian.
Lo mejor del acto inicial fue que no pasó nada. Se temían los primeros minutos de los andaluces, que en un escenario similar al del 3-0 de La Romareda de la primera vuelta se repitiese la historia, pero no fue así. A pesar de las acometidas, se mantuvo la formación frente a un Málaga que nunca acertó con el último pase.
Con Valentín sancionado y Blasco tocado, entre otras complicaciones, Ziganda introdujo dos novedades en el once, Rubén Pulido y Javi Martínez. El plan fue que el equipo se acomodase atrás con una línea de cinco y que después Mateu se sumase al ataque.
Las primeras llegadas visitantes, no obstante, se produjeron por la otra banda. Ratiu al principio apareció en un par de ocasiones. Fue dentro de una fase inicial en la que el Huesca no quiso que el Málaga tomase demasiado protagonismo. Después, los oscenses cedieron metros, lo que no implicó que Andrés pasase apuros. Poco más que algún tímido cabezazo tuvo que sofocar y eso que los andaluces contaron con varias acciones a balón parado.
El único susto del periodo lo dio Obeng y no fue porque rozase el gol. En un choque dentro del área con Burgos su rodilla derecha realizó un mal gesto que hizo temer por su continuidad. Sin embargo, aguantó.
Si alguna acción de ataque se pudo destacar en las filas azulgranas antes del descanso, fue la que nació en una interceptación de JuanCarlos, más sobrevenida por un fallo de Burgos en la salida de balón que por su presión, en la que Javi Martínez abrió a Ratiu que probó con varios recortes cerca de la meta malagueña.
En el arranque de la segunda parte, Mateu puso una falta, el rechace le cayó a Sielva y su disparo fue repelido por la defensa. El Huesca, como al inicio, también tras el paso por los vestuarios quiso llevar más el peso del juego. Yáñez, el meta local, tuvo que despejar un mano a mano de Ratiu en un ataque en el que intervinieron también Timor, Javi Martínez y Juan Carlos, en lo que, penalti al margen, fue la mejor ocasión de todo el choque. Acto seguido, Mateu probó directamente de córner.
Los dos primeros cambios visitantes fueron los de Tomeo y Lombardo por Sielva y Javi Martínez. Juan Carlos se fue a la derecha y el francés se quedó con el perfil izquierdo. El partido se estaba animando. Andrés tuvo que despejar un centro envenenado de Cristian, el balón fue a Rubén Castro, pero no pudo encontrar la meta. También percutió Timor de lejos.
El paso de los minutos perjudicaba a los locales y los nervios afloraron. Su técnico, Sergio Pellicer, fue amonestado. En los oscenses, Mateu y Obeng entregaron sus testigos a Vilarrasa y Kanté. Faltaba un cuarto de hora. Juan Carlos cazó el esférico en un saque de banda, pero con el defensa muy encima no pudo pegarle bien.
El Málaga se fue con todo hacia arriba para bombardear con centros. El VAR entró en juego para alertar del supuesto penalti de Tomeo a Escassi. López Toca lo revisó en vídeo y lo pitó. Lo lanzó Rubén Castro y Andrés lo paró. El doctor Moré, el médico del Huesca, fue expulsado y después también Mossa, el segundo entrenador. Los locales se revolvieron como una fiera herida y Juan Carlos tuvo que dejar su sitio dolorido a Nieto.
Tomeo probó desde el centro del campo ya dentro de los seis minutos de prolongación. Continuaron las prisas en un desesperado bloque local, pero el marcador no se movió.
El 18º empate del curso, el undécimo de la segunda vuelta, a diferencia del 1-1 con el Tenerife de la semana anterior, tuvo buen sabor. El 18º empate del curso, el undécimo de la segunda vuelta, a diferencia del 1-1 con el Tenerife de la semana anterior, tuvo buen sabor. El próximo sábado toca visitar al Leganés (18.30) tras unos días previos en los que una vez más la atención se la llevará la enfermería.
Ficha técnica
Málaga CF: Yáñez, Delmás, Juande, Burgos(Lago Junior, 58), Escassi, Cristian (Appiah, 88), Jozabed (Luis Muñoz, 46), Febas, Fran Villalba, Chavarría (Calvo, 64) y Rubén Castro (Fran Sol, 88).
SD Huesca: Andrés, Ratiu, Jorge Pulido, Rubén Pulido, Miguel, Javi Martínez(Lombardo, 58), Timor, Sielva (Tomeo, 58), Mateu (Vilarrasa, 74), Juan Carlos (Nieto, 86) y Obeng (Kanté, 74).
Árbitro: López Toca (Comité Cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Luis Muñoz (50), Febas (63) y Cristian (67) y a los visitantes Juan Carlos (38) y Timor (47). También amonestó al entrenador local Sergio Pellicer y expulsó al doctor Moré, médico del Huesca, por encararse con un asistente y al segundo entrenador, Mossa, por protestar una de sus decisiones.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 38 de Segunda División disputado en La Rosaleda ante 27.202 espectadores, récord de la temporada, entre los que no faltó presencia de aficionados oscenses.
