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El sistema de tres centrales convence a Ziganda

El técnico ha modificado en las tres últimas jornadas su habitual 4-4-2 buscando revitalizar a la SD Huesca

La alineación inicial del domingo pasado en Burgos fue la misma que ante elAndorra, con ella el Huesca ha sumado sus últimos puntos.
La alineación inicial del domingo pasado en Burgos fue la misma que ante elAndorra, con ella el Huesca ha sumado sus últimos puntos.
César Manso/LOF

Se le puede considerar un giro de guion movido por las circunstancias, una variación en busca de darle un nuevo aire al equipo. Después de que prácticamente de forma inamovible a lo largo de toda la primera vuelta Cuco Ziganda hubiese abogado por disponer a sus jugadores sobre el césped en un canónico 4-4-2 en las tres últimas jornadas previas al actual parón navideño su apuesta ha sido la de los tres centrales, opción que sí se había visto con anterioridad, pero que no había pasado de ser un recurso para acorazar a la SD Huesca en los tramos finales con el fin de conservar el resultado.

Como planteamiento principal para un partido lo puso en práctica por primera vez en la victoria contra el Andorra (1-0) y después lo repitió en el 3-0 con el Real Zaragoza, marcador que no hizo que se replantease otra solución para la visita al Burgos del domingo, resuelta con un 1-1. Es decir, jugando de ese modo el Huesca ha conseguido cuatro de nueve puntos posibles. El bagaje no resplandece, pero con él se ha frenado la mala trayectoria previa que amenazaba con ensombrecer lo conseguido en el primer tercio de la competición y que ha hecho que los oscenses alcancen el ecuador undécimos con 28 puntos, a cuatro del ‘play off’ y siete por encima del descenso. El triunfo con el Andorra cortó una racha de cuatro partidos sin ganar y el empate en El Plantío se tradujo en el primer punto lejos de casa tras cinco salidas en balde.

El nuevo dibujo táctico consiste en los mencionados tres centrales, que son escoltados por dos carrileros y que tienen por delante un doble pivote que enlaza con las tres piezas más adelantadas. Dispuestos de este modo, Ziganda considera que ofrece espacios para que sus hombres corran y que además estos compensan mejor la presión.

Para plasmarlo se puede decir que incluso ha encontrado un bloque fijo. Los titulares frente al Andorra y el Burgos fueron los mismos. Entre una cita y otra en La Romareda introdujo cinco cambios de los cuales cuatro salieron después desde el banquillo en El Plantío. En la primera vez, los responsables del eje de la zaga fueron Blasco, Jorge Pulido y Miguel, mientras que de los carriles se encargaron Ratiu y Vilarrasa. Del centro del campo se responsabilizaron Salvador y Kento y del ataque, Joaquín, Juan Carlos y Kanté. Se colocaron de esta manera durante la mayoría de los minutos, pero no de inicio.

El Huesca arrancó el partido aparentemente como siempre, con su 4-4-2, pero pronto Ziganda ordenó la modificación para hacer espejo con los rivales que tenía enfrente. El movimiento fue posible gracias a la presencia en el campo de Florian Miguel e Ignasi Vilarrasa. El francés puede jugar de central y en banda, su lugar más habitual desde que viste de azulgrana y el catalán, cuya posición natural es la de lateral izquierdo, pero que también puede hacer las veces de extremo, fue titular como consecuencia de las lesiones de Mateu y Lombardo.

En La Romareda Rubén Pulido recogió el testigo de Blasco; Timor, el de Salvador y el ataque, con Juan Carlos cumpliendo sanción, se modificó al completo. Como tres días antes, de inicio se formó con el 4-4-2, pero a los 14 minutos ya se perdía por 2-0. Para capear el temporal, se optó por volver a probar con los tres centrales. El Zaragoza, con todo a favor, se echó atrás y, aunque no se le generó grandes problemas, el técnico vio a los suyos con más poso.

Para Burgos se recuperó la misma alineación que con el Andorra y directamente se comenzó con el 5-2-3, pero con una novedad sensible. El punta no fue Kanté, que se escoró hacia la izquierda, sino Juan Carlos. La versión de la primera parte fue destacable y al filo del descanso Joaquín adelantó a los azulgranas a pase de Ratiu. Un gol tempranero en un fallo defensivo provocó después minutos de zozobra y finalmente ambos contendientes tuvieron opciones para haber ganado.

Queda ahora por ver qué sucederá de cara a la segunda vuelta, que para el Huesca se pondrá en marcha el 9 de enero con la visita del Levante a El Alcoraz (21.00); si se volverá al 4-4-2 o se mantendrán los tres centrales. Para entonces, se espera que Mateu ya esté repuesto de su lesión en el soleo. El valenciano venía siendo indiscutible por la izquierda e indispensable, como ha quedado demostrado en su ausencia, para las acciones a balón parado, pero en este curso aún no ha sido empleado en labores de corte más defensivo. De todos modos, ya la temporada pasada demostró que podía ejercer como carrilero.

El nuevo dibujo también ha devuelto protagonismo a futbolistas como Joaquín y, especialmente, Vilarrasa y Kanté. Hasta el cruce con el Andorra el primero solo había sido titular cuatro veces y el segundo llevaba tres partido sin jugar.

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