En el mismo día en el que Carrillo, Valentín y San Román pudieron volver a ejercitarse con normalidad con sus compañeros -al menos durante los quince minutos abiertos para la prensa-, la SD Huesca ha tenido que emitir este martes un parte médico para detallar la dolencia que presenta Óscar Sielva, que ya el sábado había causado baja en el desplazamiento a Tenerife y que ahora tampoco podrá ser empleado, al menos, en el duelo con el Sporting del viernes en El Alcoraz (21.00). El medio sufre una  lesión miofibrilar de grado II en el músculo semimembranoso de la pierna izquierda, concretamente a la altura del tercio medio del muslo.

Al diagnóstico se ha llegado después de que los servicios médicos lo examinasen a fondo ante las molestias persistentes que venía arrastrando desde el cruce copero con el Juventud de Torremolinos, que disputó al completo. Ahora ya se encuentran en manos de los readaptadores y fisioterapeutas, bajo la supervisión del doctor Fernando Sarasa, para poder estar disponible para Cuco Ziganda lo antes posible.

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Sielva, de 31 años, llegó al Huesca el verano pasado cedido por el Eibar con el fin de recuperar la regularidad en su juego que había perdido en tierras vascas tras haber brillado en la Ponferradina, pero por el momento no ha podido asentarse como una pieza destacada dentro de los planes del técnico. Ha tenido minutos en nueve jornadas de 16 en las que ha sido titular en tres ocasiones y ha marcado un gol, el del 2-1 del tropiezo en el campo del Alavés.

Su primera ausencia en una convocatoria se produjo en el choque con el Villarreal B en El Alcoraz después de que hubiese formado parte del once en el compromiso anterior con la Ponferradina, en el que fue sustituido al descanso. A causa de unas molestias se apuró hasta el último momento para incluirlo en el acta, pero finalmente no entró. Después llegó la eliminatoria en Torremolinos.