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La SD Huesca inicia una Copa que le ha sido esquiva en los últimos años
Los azulgranas solo han superado la primera ronda desde que se estableció el nuevo sistema de competición.
La SD Huesca inicia este domingo en Torremolinos una nueva travesía por la Copa del Rey (12.00, Aragón TV y Aragón Deporte). Un torneo que le ha sido esquivo en las últimas temporadas. Desde la 2014-15, cuando militaba en Segunda B y fue superando rondas hasta cruzarse con el FC Barcelona, no ha escrito ninguna página memorable. Y en las tres últimas campañas ha caído en la segunda eliminatoria ante conjuntos de la misma o inferior categoría. El equipo azulgrana nunca se ha puesto el traje de la grandes heroicidades ni tiene un asidero romántico para mirar atrás con nostalgia como ha sucedido en la historia más o menos reciente con el Numancia, el Alcorcón o el Mirandés.
Cantares de gesta que, en el caso del club aragonés, contiene historias de vuelo mucho más corto y una maldición: superar tres eliminatorias de una misma edición. No lo consigue desde la temporada 2014-15, cuando este cúmulo de cruces superados ante Toledo, Villanovense y Barakaldo le valió el justo premio de medirse al FC Barcelona -que aquel curso conquistaría el triplete con Luis Enrique en el banquillo- en los dieciseisavos de final. La campaña pasada superó sin demasiado lustre al Cayón (0-2) y después perdió con el Girona en El Alcoraz (0-1).
En las temporadas posteriores la Copa había discurrido sin pena ni gloria. Aventuras de corto recorrido que, al menos, depararon enfrentamientos con equipos de Primera División. El Villarreal en la 15-16 y la UD Las Palmas en la 16-17. Se derrotó al Submarino amarillo en casa (3-2) y se plantó cara en la vuelta (2-0). Con los canarios también se cayó en un apretado duelo (2-2 y 2-1). En las dos campañas siguientes la Copa fue efímera. El Valladolid secó al Huesca de Rubi (0-2). En la 17-18 el equipo estaba a otra cosa, tratando de revertir su mala temporada y de tener opciones de salvarse en el debut en Primera, y el Athletic le pasó por encima (4-0 y 0-4).
Con el formato actual y en las anteriores temporadas, el Huesca se había estrellado también en la segunda eliminatoria. Guiones similares. Un primer rival al que se ganó con más apreturas de las previstas (Laredo y Marchamalo) y derrotas inesperadas ante la Cultural Leonesa y el Alcoyano, equipos de inferior categoría que le cortaron el paso. Los alicantinos sorprendieron después al Real Madrid y el cuadro azulgrana se centró después en los exámenes que realmente cuentan para la nota final. El Girona, que después ascendería a Primera División con Míchel Sánchez en el banquillo, ha sido el último verdugo copero.
Otra de las travesías exitosas del Huesca en la Copa del Rey se dio en el ejercicio 1990-91, cuando se alcanzó una cuarta eliminatoria que tuvo como rival al Cádiz. Antes se batió a Sabiñánigo (4-0), Fraga (1-1 y 1-0) y Xerez (0-0 y 0-2). Tras un 0-0 en El Alcoraz y un 1-1 en el Carranza, como entonces no se contabilizaba el valor de los goles fuera de casa se jugó una prórroga de 30 minutos y una tanta de penaltis que cayó del lado cadista por 5-4.
