El banco de pruebas que supuso la plácida clasificación de la SD Huesca para la segunda ronda de la Copa del Rey dejó como notas más positivas la vuelta de Pablo Insua a los terrenos de juego casi siete meses después de romperse el cruzado de la rodilla derecha y el gol de Carlos Kevin Omoruyi en los últimos compases para sentenciar al Cayón (0-2). El estreno anotador del canterano, de 20 años, con el primer equipo le sitúa como alternativa para una posición en la que el rendimiento de los delanteros, Gaich, Pitta y Escriche, sigue en entredicho. El club azulgrana es prudente con la evolución del futbolista.

Aunque inmerso en la dinámica del filial que compite en Segunda RFEF, el técnico Xisco Muñoz le está empleando de manera habitual en los entrenamientos y le ha convocado para los últimos cinco compromisos. El jugador, de padre nigeriano y madre española, dio sus primeros pasos con los ‘mayores’ en la pretemporada de 2018 y desde entonces ha sido una presencia discontinua y paralela a su evolución en las categorías inferiores, con un rendimiento imponente en juveniles y un papel fundamental en el filial para dar el salto a la cuarta categoría del fútbol nacional.

Sus tres goles en la fase de ascenso catapultaron a los de Dani Aso y la estadística de Carlos Kevin ha seguido engordando en el presente curso. Ha marcado cinco dianas en once encuentros de la Segunda RFEF y el de Santa María de Cayón fue el estreno en la SD Huesca. Una primera piedra y un colofón a un papel todavía por asentarse pero creciente en el pico de la pirámide del club azulgrana. Desde su primera experiencia en Benasque durante la preparación del curso 18-19, los diferentes técnicos han ido contribuyendo a darle poso en el marco de su aprendizaje. Míchel Sánchez contó con él para compromisos coperos y le dio la alternativa en la eliminatoria frente al Laredo. Al final del curso le convocaría en los históricos choques con Numancia y Sporting para ser uno más en las celebraciones del ascenso a Primera y el título de la categoría de plata.

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Las necesidades del guión le llevaron a ir convocado en el estreno de la temporada siguiente en Villarreal y volvió a sumar minutos en la Copa del Rey. Con Pacheta se centró en el filial para obtener el mejor de los frutos y, ya en la presente campaña, Nacho Ambriz también le incluyó en cinco de sus citaciones. Carlos Kevin no fue titular en Santa María de Cayón, a diferencia de sus compañeros del Huesca B Barri, Barba y Aparicio, pero su acceso al partido tras el descanso cambió una dinámica previa no peligrosa para el buscado triunfo pero sí poco estimulante. Su sensación de peligro, en asociación con Escriche o Marc Mateu, fue constante y provocó la expulsión de Resines tras recibir dos faltas del central cántabro.

El estreno del ariete en el campeonato regular aparece cada vez más cerca y flota alrededor del debate sobre el rendimiento de Pitta y Gaich. El paraguayo fue titular en Copa sin que su papel fuese reseñable y el argentino no disputó ni un minuto, lo que le sitúa en la pole de la titularidad para recibir este viernes al Real Valladolid en El Alcoraz (21.00, Gol). Xisco Muñoz se ha decantado por Gaich en las tres últimas jornadas, en las que el punta cedido por el CSKA Moscú ha acumulado 189 minutos por los 12 de Pitta, inédito ante Mirandés e Ibiza. Escriche, al que solo ha empleado de delantero puro en la derrota del Leganés, tampoco dispuso de minutos en Almería.

Al margen de lo que suceda en el mercado invernal de fichajes, con la presumible llegada de un punta y la posibilidad de que salga alguno de los citados, Carlos Kevin aguarda su destino. Ausente en las dos últimas convocatorias del filial por su comparecencia con los de Xisco Muñoz a pesar de no jugar, tiene contrato hasta 2023 y un evidente futuro de color azulgrana que el club trata de gestionar con mimo y sin precipitarse. Pero a veces el talento derriba expectativas.