Mendizorroza, un muro infranqueable para la SD Huesca

Mendizorroza es hormigón y acero para la SD Huesca. También, un muro infranqueable hasta la fecha. El estadio del Alavés, al que los azulgranas acuden este domingo (16.15, Movistar LaLiga), es el único en el que siempre han salido derrotados en el fútbol profesional si se contemplan la Primera y la Segunda División. Desde 2008, las tres visitas a Vitoria se han saldado con sendas derrotas. La oportunidad de revocar esta estadística aparece de manera súbita y, asimismo, como una manera de consolidar la escapada de los puestos de descenso iniciada con Pacheta y confirmada tras las victorias ante Levante y Elche y el empate con Osasuna.

Para ello deberá, al menos, sumarse un punto. Algo que no se ha logrado en los últimos intentos. El precedente más próximo es el que midió a Alavés y Huesca en el curso 18-19 (2-1). Transcurría la jornada 12 y los aragoneses comparecían como colistas con seis puntos. Entonces, a cuatro de la permanencia y con los alaveses muy desahogados en la tabla: quintos con 20 puntos. Ahora, estos son los que necesitan el sustento puesto que su distancia respecto al propio Huesca y al Valladolid es de tres y un triunfo les permitiría dar caza al conjunto de Pacheta. Asimismo, con la opción de hacerse con la diferencia de goles tras el 1-0 de la primera vuelta.

Las cuentas del equipo entonces dirigido por Francisco Rodríguez saltaron por los aires pese a adelantarse en el marcador con un tanto de Moi Gómez. Los goles de Jony antes del descanso y de Sobrino en la segunda mitad, este tras un grave error de Semedo, provocaron otra derrota para seguir clavando al Huesca en la última posición. En los otros dos cruces en Segunda División se asentó esta tendencia: 1-0 en la 15-16 y 3-0 en la 08-09. En el primer caso, el Alavés ascendió a Primera al final de aquel curso y en el otro bajó a Segunda B pese a la goleada en la jornada 39, que no sirvió para su supervivencia. En ambos casos el Huesca mantuvo la categoría, no así en la 18-19.

El partido del domingo es otro clásico a su manera puesto que los contendientes se han cruzado en varias categorías. Por debajo del fútbol profesional, de hecho, se dio la única victoria azulgrana hasta la fecha en Mendizorroza. Sucedió en la temporada 83-84, en Segunda B, y los oscenses ganaron por 0-1. Concretamente, el partido se jugó el 2 de octubre de 1983 y el Huesca presentaba en sus filas a futbolistas como Garde bajo palos; Ramón Calvo, padre de Dani Calvo, o Chera, en la actualidad responsable de utillería del vestuario azulgrana. El autor del gol fue el delantero Alejandro Campos.

Casi 38 años han transcurrido desde entonces. Un mundo. El Alavés, en plenos fastos por su centenario, es uno de los 13 equipos de esta Liga a los que se ha medido en Primera y Segunda y el único ante el que no ha puntuado en su estadio como miembro de la LFP. Sí lo ha hecho, en Segunda, ante clubes de la talla de Villarreal o Betis, con la Real Sociedad y el Athletic en Primera y ha ganado a como visitante a Celta de Vigo, Levante, Osasuna, Valladolid, Elche y Eibar.

Este curso tiene pendientes las visitas a Alavés, Atlético de Madrid en el Metropolitano -donde perdió por 3-0 en la 18-19-, Cádiz y Betis. Para la próxima ocasión quedarán los asaltos a los estadios de Real Madrid, Barcelona y Sevilla, donde hasta la fecha no ha podido dar sorpresas.

Maffeo, al margen; Silva y Ontiveros, con el grupo

Se está convirtiendo en una tradición que la antevíspera de los partidos se dedique a un ensayo general con vistas a pulir los detalles que traten de conducir al éxito a los de Pacheta. En El Alcoraz o, como se ha dado este viernes, en el Pirámide. La SD Huesca ha trabajado por la mañana con la mente puesta en Mendizorroza. Este sábado tendrá lugar la última sesión de trabajo, Pacheta comparecerá ante los medios de forma telemática a las 13.00 y tres horas más tarde está previsto el desplazamiento a Vitoria en autocares. Como el jueves, Pablo Maffeo se ha ejercitado al margen y su evolución es positiva y tanto Gastón Silva como Javi Ontiveros se encuentran muy restablecidos de sus respectivas molestias y entran en la dinámica del grupo, por lo que el técnico podrá contar con los tres en un breve lapso de tiempo.