A pesar del caso Oikos, de tener que construir un equipo prácticamente nuevo y de saber que la exigencia por estar en los puestos altos después del descenso a Segunda División será grande, Míchel Sánchez decidió en junio asumir el reto de conducir a la SD Huesca. La pretemporada no ha sido fácil, especialmente por el ritmo pausado en la llegada de refuerzos, pero los resultados y, sobre todo, las sensaciones que transmite el equipo avalan al técnico, ilusionado de cara al inicio del curso el próximo domingo.

Con cuatro empates y dos triunfos en los seis amistosos disputados, ¿qué balance hace de la pretemporada?

La intensidad en el día a día ha sido espectacular. Yo y el resto del cuerpo técnico nos sentimos unos privilegiados de tener este grupo de jugadores por cómo entrenan y cómo están asumiendo el estilo de juego. Les he dado muchísima información y eso hace que ellos estén en los partidos pensando demasiado en lo que quiere el entrenador y que les reste soltura, pero con el paso del tiempo se les liberará la cabezas e iremos a más. Otro asunto ha sido el de los refuerzos. Ahí hemos ido un poco con cuentagotas y, de hecho, aún faltan fichajes, aunque, eso sí, los que han llegado encajan perfectamente y estoy muy contento al respecto.

¿El proyecto sigue siendo el mismo que se diseñó en un primer momento o ha mutado?

Marcha según lo previsto porque las personas con las que trabajo a diario, desde la directiva hasta toda la gente que rodea a la plantilla, tienen la idea de crecer y de ser un club que vaya a más a pesar de haber bajado de categoría. El Huesca piensa que se puede seguir creciendo y para mí eso es lo principal.

Empezó a trabajar con un grupo lleno de canteranos y jugadores del Ejea, el filial en Segunda B, y poco a poco han ido siendo sustituidos por las caras nuevas.

Nos hubiera gustado tener la plantilla más estructurada desde el principio, pero en el mundo del fútbol ahora se producen muchos cambios en los vestuarios. En nuestro caso, varios de los jugadores de la temporada pasada estaban aquí cedidos y otros terminaban su contrato. A ellos se les unieron las salidas de Melero y Enric Gallego. Además, dentro de nuestra idea, no todo futbolista puede venir al Huesca por lo que hemos tenido que acudir al mercado en el momento que éste nos lo ha permitido. Es cierto que la dinámica del grupo se puede ver resentida, pero también lo es que los que han llegado han sido esponjas y, a parte, los que continuaban tienen una gran cultura deportiva; saben trabajar en grupo y saben de la dinámica de un vestuario.

¿Qué sensaciones le han dado los jóvenes que han estado entrenando y jugando con el equipo?

Nos han ayudado y se lo agradezco. La fase de crecimiento de cada jugador sigue sus pasos y ojalá pronto alguno pueda defender la camiseta del Huesca con el primer equipo. Los jóvenes siempre van a rebufo de lo que hagan los veteranos. Si estos no trabajan bien, el canterano lo puede copiar. Sin embargo, aquí sucede lo contrario. Gente como Ferreiro, Pulido y Gallar entrenan espectacular y los demás siguen su estela.

¿Cómo llega el Huesca a la primera jornada de liga?

Lo que más nos preocupa es que todavía no encontramos los nexos de unión entre algunos jugadores. Necesito ver a Pulido con el central que vaya a ser su pareja. Necesito ver a los extremos con un delantero más que pueda ser referencia. Para el centro del campo acaban de llegar Juan Carlos, Mosquera y Seoane, y aún debo de verlos más tiempo juntos y con compañeros como Rico, Eugeni y Musto para poder decidir. Esa es la parte difícil, pero luego lo que hemos demostrado en los amistosos es que estamos cogiendo los conceptos. Les he dicho a los jugadores que estén tranquilos, que acabarán sintiéndose cómodos.

¿Qué le urge más en cuanto a refuerzos?

Tanto el delantero como el central, aunque arriba está jugando Escriche, que puede actuar también por fuera y en la media punta, y ha venido Raba, por lo que ahí nos podemos arreglar. En la posición de central está Pulido, Hermoso, que es del Ejea, y Arnedillo, del Huesca B, que ha evolucionado muchísimo con nosotros, pero evidentemente en esa zona nos faltan efectivos.

¿Cómo son los centrales que se buscan?

Nuestra intención es apretar arriba, entonces necesitamos que tengan velocidad de desplazamiento y que sepan jugar con muchos metros a la espalda. Sino conseguimos alguien así, adecuaremos el sistema a las características del que venga.

¿Qué sensaciones le han dado los últimos fichajes?

Son del perfil que pedimos, con mucho talento para marcar la diferencia en el centro del campo. Juan Carlos ha venido con menos carga de entrenamiento porque estaba trabajando en solitario con un preparador, pero se le ve que nos va a dar un salto de calidad.

El inicio del curso es complicado sobre el papel con Las Palmas y el Deportivo.

A priori sí, pero vamos a ir partido a partido. Ahora tenemos la cabeza en Las Palmas. Siempre uno piensa que empezando bien, las cosas luego irán mejor, pero hay que ir con calma. A día de hoy tengo el sentimiento de que el equipo está bien entrenado. Lo perfecto sería sumar doce puntos en las cuatro primeras jornadas. Evidentemente es difícil, pero no por ello firmaría diez puntos. Me gustaría ganar todo, pero primero toca jugar con Las Palmas.

La liga apunta a ser igualada.

Cada partido va a ser una guerra. Veo a muchos equipos en predisposición de pelear por todo como el Girona, el Rayo, el Real Zaragoza, que se ha reforzado muy bien, el Oviedo, el Sporting, el Málaga y Las Palmas. Luego la competición te coloca en tu sitio por eso en Segunda no me gusta poner etiqueta. La temporada pasada subieron el Mallorca, un recién ascendido, y el Osasuna y el Granada, que habían perdido poderío económico.

¿Con qué ánimos se encuentra Míchel?

Estoy feliz. El club es excepcional y la ciudad tiene lo necesario para que esté a gusto. Venir ha sido una gran decisión y seguro que disfrutaremos de un gran año.