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Escriche promete "dejarse la vida"

El castellonense es el único delantero con el que cuenta ahora mismo la SD Huesca a la espera de incorporaciones.

La SD Huesca ha realizado una yincana en el embalse de Eriste.
Escriche, con Mikel Rico, en el embalse de Eriste.
SD Huesca

Cuenta con el apoyo de Míchel Sánchez, a quien ha convencido con su velocidad y desparpajo sobre el césped, y sabe que no debe de desaprovechar la oportunidad para ser una de las piezas básicas de la SD Huesca en el próximo ejercicio. Tras cumplir la campaña de cesión en el Lugo que se estipuló hace ahora un año cuando fue fichado desde el club gallego por 500.000 euros, Dani Escriche, castellonense de 21 años, es ahora mismo el único delantero con el que cuentan los altoaragoneses en la concentración de Benasque, al margen del juvenil Carlos Kevin. Es una apuesta de futuro a la que se le realizó un contrato por cuatro temporadas, pero que por el momento ha tenido que cargar tanto en los entrenamientos como en el amistoso del sábado pasado con el Calahorra con el peso de ser la referencia arriba.

"Lo estoy llevando bastante bien, Míchel es un entrenador al que gusté desde el primer día y yo estoy encantado con él", aseguró este jueves en las que eran sus primeras declaraciones como jugador azulgrana. Escriche se está mostrando en la concentración de Benasque alegre y parece haber hecho buenas migas con compañeros como Eugeni Valderrama. Su intención es dejar atrás su último curso en Lugo, donde su rendimiento pasó por altibajos dentro de un vestuario por el que pasaron tres entrenadores y que no logró atar la permanencia en Segunda División hasta la penúltima jornada. "Este año he vivido situaciones complicadas y conflictos y me ha tocado aprender mucho", confiesa, por eso ahora espera "disfrutar".

El atacante, natural de Burriana, debutó con 17 años con el Castellón en Tercera División. Llamó la atención del Lugo, que lo incorporó a su cantera, ya en 2017 disputó su primer partido como profesional, precisamente frente al Huesca. En la campaña 2017-18 se consolidó en el primer equipo lucense disfrutando de doce presencias en el terreno de juego, principalmente en el tramo final de Segunda División, y marcando dos goles. En la última liga compitió en 29 jornadas y sumó cuatro tantos, uno de ellos en la Copa del Rey.

"Soy un jugador que se deja todo en el campo, un día me saldrán las cosas y otros no tanto, pero siempre intentó dejarme la vida", se describió, haciendo hincapié en su faceta más guerrera. Míchel le pide que sea capaz de hacer "bastantes cosas". Algo que también le ocurre al resto de sus compañeros dado que "quiere que seamos un equipo muy compacto". "Cada vez que fallamos un pase, nos aprieta", confesó y continuó "el balón va a ser nuestra seña de identidad".

El hecho de que todavía falten muchos jugadores por llegar no lo observa como algo preocupante dado que "los principales, como Pulido, Gallar y Mikel Rico, ya están". "Estamos muy comprometidos y somos una familia", aseguró sobre el equipo. Por eso, considera que las caras nuevas "cuando lleguen tienen que sumar y adaptarse lo más posible".

Mientras, él seguirá esforzándose "al máximo" para "ponérselo lo más difícil posible al que llegue y poder jugar el primer partido de la liga".

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