sd huesca 2 - 1 Sevilla FC

El Huesca se alía con la épica

Un gol de Chimy Ávila en el minuto 97 ha dado la victoria a los oscenses frente al Sevilla en un duelo en el que el VAR ha vuelto a ser protagonista.

Gol, justo en el principio, y gol, justo al final. La SD Huesca volvió a emplear la épica para cobrarse una pieza de caza mayor, nada más y nada menos que el Sevilla (2-1). Al partido no le faltó de nada. Emoción, intensidad, desánimo, incertidumbre, nervios, explosión de júbilo... Un carrusel de sentimientos al que también se quiso sumar, cómo no, el VAR -curioso que una herramienta auxiliar sea tantas veces actor principal-, que aprobó un penalti para los andaluces, les anuló un gol y acabó dando por bueno el definitivo tanto de Chimy Ávila. El argentino y su fe inquebrantable volvió a ser decisiva. A falta de que juegue el Celta, la salvación queda ahora mismo a tres puntos, algo impensable no hace mucho.

Con Rivera, Akapo y Cucho Hernández sumados a la lista de bajas junto a Luisinho, Melero e Insua, y atendiendo al rival que iba a tener enfrente, Francisco había estado dándole vueltas a lo largo de la semana a la posibilidad de retocar su sistema de juego. No es el andaluz amigo de modificar lo que funciona, y finalmente optó por realizar retoques. Devolvió a la titularidad a Ferreiro en detrimento de Chimy Ávila, pero no para jugar como extremo, sino acompañando a Enric Gallego. La otra novedad fue la entrada de Herrera en el puesto de Rivera. Los cinco fichajes incorporados en el mercado de invierno fueron titulares. Se decía entonces que el que llegase debía venir a aportar y así está siendo.

Como muestra el primer gol, Los primeros minutos estaban siendo de absoluto tanteó con el balón clavado en el centro del campo. Sin embargo, en una aproximación visitante, Galán tuvo todo el tiempo del mundo para pensar desde la banda derecha y pasársela a Juanpi, que también solo, no falló.

El Sevilla había llegado a Huesca buscando un punto de inflexión a su clara trayectoria descendente desde que empezó 2019, un año en el que solo lleva una victoria liguera, y trató de responder pronto, pero se topó con Miramón. Primero percutió Ben Yedder, una de sus joyas, pero su disparó lo salvo bajo palos el lateral zaragozano, el rechace le cayó a Promes y el azulgrana repitió el milagro. Un minuto después, en el 16, el estadio se puso de pie, en un bonito gesto, para acompañar a la afición sevillista en su tradicional homenaje a Antonio Puerta.

El partido se había animado. En un córner, los altoaragoneses estuvieron cerca de ampliar su ventaja. Diéguez remató el centro de Ferreiro y Vaclik, el meta checo de los visitantes, se tuvo que estirar.

Los de Pablo Machín llevaban el peso del partido, pero no lograban inquietar a Santamaría. Principalmente incidían por su derecha, donde Navas intentaba aprovechar el hueco que deja Galán en sus incorporaciones al ataque, pero Ferreiro y Pulido, un día más, cubrían bien el agujero. Buena parte del éxito en la muralla que ha logrado levantar el Huesca en las últimas jornadas la tiene sin duda el central madrileño.

Los azulgranas tenían ganas de más, a parte de que convenía meter el miedo en el cuerpo a los de blanco periódicamente. Gallego peleó un balón dentro del área, lo ganó y se lo regaló a Juanpi, que en su afan por ajustar el tiro, lo acabó mandando alto por la escuadra izquierda.

Gol, justo en el principio, y gol, justo al final. La SD Huesca volvió a emplear la épica para cobrarse una pieza de caza mayor, nada más y nada menos que el Sevilla (2-1). Al partido no le faltó de nada. Emoción, intensidad, desánimo, incertidumbre, nervios, explosión de júbilo... Un carrusel de sentimientos al que también se quiso sumar, cómo no, el VAR -curioso que una herramienta auxiliar sea tantas veces actor principal-, que aprobó un penalti para los andaluces, les anuló un gol y acabó dando por bueno el definitivo tanto de Chimy Ávila. El argentino y su fe inquebrantable volvió a ser decisiva. A falta de que juegue el Celta, la salvación queda ahora mismo a tres puntos, algo impensable no hace mucho.

La recomposición no alteró los derroteros del partido. Y así se alcanzó el descanso con un porcentaje de posesión de 70-30 favorable al Sevilla, pero con la sensación de que el resultado era el justo.

El Sevilla necesitaba los tres puntos como el comer y salió de los vestuarios con nuevos bríos. Incorporando a su dominio del esférico intensidad e intención y encerrando a su rival. Un balón largo llegó a Sarabia, el autor de los dos goles andaluces en el 2-1 de la ida, pero lo engatilló mal. El Huesca intentaba estirarse adelantando la presión y retener el esférico. Lo había dicho Francisco en la previa, había que sufrir defendiendo y descansar con el balón. Juanpi y Moi Gómez contemporizaban y sus oponentes respondían incorporando más tensión y brusquedad a su discurso.

Machín movió ficha en el tablero e introdujo dos cambios. Se fueron Kjaer y Promes, y entraron Wöber y Munir. Los dos que abandonaban el partido estaban amonestados.

Munir se revolvió en el área, disparó y Diéguez se cruzó bien. En la contra local, Enric Gallego y Juanpi combinaron, pero al venezolano le faltó algo de velocidad para llegar a lo que hubiese sido el segundo gol de la tarde. El minuto estaba siendo loco y en la respuesta hispalense Santamaría se ganó su cota de protagonismo y aunque los visitantes acabaron marcando, la diana de Ben Yedder fue anulada por fuera de juego.

La savia nueva podía ser productiva en los azulgranas y así lo entendió Francisco, que dio paso a Gallar a cambio de Juanpi. En una contra podía llegar la sentencía y ahí el catalán podía ser clave. El Huesca se había sacudido la presión y el partido se convirtió en un ir y venir. Chimy Ávila probó fortuna, pero su puntería no estaba bien calibrada. Enfrente, se quemaba el último comodín del banquillo e ingresaba Vázquez.

El juego se estaba volviendo bronco y el balón estaba en la mitad del campo del Huesca. Primero vio la amarilla Herrera, después Pulido y finalmente Mercado cayó en el área. Se señaló penalti, el VAR entró en acción, el juego se detuvo tres minutos y la pena máxima se acabó lanzando entre protestas por fuera de juego previo y transformando por parte de Ben Yedder. Restaban siete minutos y Musto se convirtió en el tercer cambio local.

Se buscó la victoria por parte de los dos bandos y en un córner Munir puso por delante a los suyos o eso creyó. De nuevo el VAR entró en acción y ésta vez sí, se valoró que estaba en fuera de juego. Santamaría volvió a ser un superhéroe con una gran parada en el 93 y quedaba lo mejor. Un nuevo cañonazo de Chimy Ávila que llevó el delirio a la grada que volvió a entonar el ‘¡Sí se puede!’.

Ficha técnica

SD Huesca: Santamaría, Miramón (Chimy Ávila, 36), Etxeita, Diéguez, Pulido, Galán, Juanpi (Gallar, 68), Moi Gómez, Herrera (Musto, 83), Ferreiro y Enric Gallego.

Sevilla FC: Vaclik, Mercado, Kjaer (Wöber, 61), S. Gómez, Navas, Sarabia, Banega, Rog (Vázque, 73), Promes (Munir, 61), Ben Yedder y André Silva.

Goles: 1-0, min. 6: Juanpi. 1-1, min. 83: Ben Yedder. 2-1, min. 96: Chimy Ávila.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a los locales Galán (65), Herrera (76) y Pulido (77), y a los visitantes Rog (39), Promes (45), y Kjaer (53).

Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada de Primera División disputado en El Alcoraz ante 6.818 espectadores.

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