La de la Liga española y el recién instaurado VAR es una relación complicada. Desde que se decidió que iba a implantarse en la presente temporada se dio por supuesto que la tecnología iba a dejar atrás el error humano. Transcurridos casi siete meses del campeonato, el videoarbitraje sigue levantando suspicacias, generando horas de debate y haciendo que todos los clubes se den por aludidos y perjudicados. La Sociedad Deportiva Huesca es uno de los principales invitados a la mesa y en la victoria de este sábado sobre el Sevilla volvió a generarse tal galimatías al respecto de su aplicación que solo el agónico triunfo por 2-1 y la alegría inherente al alivio clasificatorio de los azulgranas puede ubicarlo en un segundo plano.

Una vez más, el VAR ha estado presente en tres acciones cruciales: el penalti que ha transformado Ben Yedder, el gol anulado a Munir y el tanto ganador de Chimy. El problema no reside en que este formato choque con el criterio arbitral, o en que ambos más que complementarse se pisen. Tampoco hay que buscar una mano negra detrás de su aplicación con la que se trate de perjudicar a los pequeños y aliviar a los grandes. Se coincide en el diagnóstico de que se deben pulir sus aristas para los siguientes ejercicios. Porque el videoarbitraje ha llegado para quedarse y a orillas de El Alcoraz ya se han sufrido todas estas contradicciones.

Si se ha puesto en marcha para minimizar el error, en el Huesca-Sevilla tampoco se alcanzó este objetivo. En el minuto 79, con 1-0 en el marcador y el Huesca sufriendo lo indecible para amarrar esta victoria parcial, el colegiado vasco De Burgos Bengoetxea ha pitado un penalti claro de Yangel Herrera sobre Mercado. No admite discusión. El venezolano derriba al argentino cuando este se situaba para rematar a gol. Sin embargo, el árbitro no ha apreciado un posible fuera de juego que le ha comunicado el VAR dirigido por el catalán Estrada Fernández.

En la toma facilitada por la televisión, Ben Yedder aparece adelantado y, por tanto, el ataque debería haberse interrumpido en ese momento. El videoarbitraje dispone de las mismas imágenes que los espectadores que tienen una pantalla delante y, tras casi cinco minutos de deliberación, ha concluido que no había posición antirreglamentaria. El delantero francés ha convertido la pena máxima y los oscenses, lejos de bajar los brazos, han buscado con más tesón si cabe el triunfo. En el 90, Munir ha parecido helar las esperanzas de El Alcoraz con su gol.

De nuevo ha aparecido el VAR y, esta vez, su justicia ha estado en sintonía con los intereses del Huesca. De Burgos Bengoetxea no ha apreciado falta del ariete marroquí sobre el portero Roberto Santamaría y el rechace rematado por el portugués André Silva ha sido bajo palos por Chimy -ha llegado a reclamarse que lo había hecho con las manos-. Al empujarla en su segundo intento, Munir se encontraba en fuera de juego. El éxtasis por el 2-1 de Chimy en el 97 ha estado a punto de ser aguado por la revisión de una situación antirreglamentaria previa que tampoco existió. Y antes de toda esta catarata de acciones polémicas, se ha anulado en el 67 y de manera correcta un tanto de Ben Yedder a pase de Silva por otro fuera de juego.