Una de las numerosas claves del éxito de la SD Huesca, que escribió este lunes la página más brillante de su historia con un ascenso inolvidable a Primera División, es su unión como grupo. Otra, su cuidada alimentación. Ya en junio, el cuerpo técnico que encabeza Joan Francesc ‘Rubi’ sugirió la posibilidad de fomentar la convivencia grupal con un par de almuerzos a la semana. El lugar escogido por el club fue el emblemático Lillas Pastia, restaurante con estrella Michelín donde es chef el también miembro del consejo azulgrana Carmelo Bosque.

La tradición de juntarse dos veces a la semana para convivir, estrechar lazos y almorzar se ha estirado durante toda la exitosa temporada. Y allí, por supuesto, será donde festejen este martes con una gran comida familiar el ascenso a Primera División. "Vamos a preparar un menú familiar y tradicional, con productos de la tierra", explica Carmelo Bosque, todavía emocionado, minutos antes de volar desde Lugo, donde anoche presenció en directo la gesta oscense.

"Lo que queremos es que los futbolistas disfruten junto a sus familiares. Prepararemos algo sencillo, unos entrantes con productos de la provincia en el que no faltará el queso o el jamón", relata Bosque. "Después, algo de ternasco no puede faltar tampoco porque a los jugadores les encanta la carne y hoy ellos son los protagonistas", agrega.

Carmelo ha sido protagonista excepcional de la evolución deportiva y, sobre todo humana, de la plantilla oscense. "Son un grupo de personas maravillosas, un grupo de amigos que ha triunfado desde la humildad y el trabajo", asegura. "Estamos todavía en una nube. No hay nada que pueda superar esto, es lo más bonito del mundo", explica emocionado. "Estamos en Primera. A la ciudad, gracias al trabajo de muchos profesionales implicados, le ha tocado el gordo", concluye orgulloso.