Otro escalón hacia la cumbre

El Huesca pretende estirar la racha para seguir apuntando al ascenso directo a Primera. Se interpone un Granada con urgencias clasificatorias por el ‘play off’.

Juan Aguilera, en la imagen durante un entrenamiento de esta semana, apunta a la titularidad tras superar una pequeña lesión muscular.
Otro escalón hacia la cumbre
R. GOBANTES

Hace 16 días, cuando el Albacete arrancó un empate en el estadio de El Alcoraz en el encuentro aplazado (0-0), la amenaza de desplome sobrevoló a la Sociedad Deportiva Huesca, que tras ocho partidos sin ganar veía cómo la tormenta seguía creciendo. Desguarnecido, en mitad del huracán, no hallaba refugio alguno el equipo azulgrana. Entonces, después de haber sido líder durante 18 jornadas, el Rayo Vallecano y el Sporting de Gijón se frotaban las manos imaginando ya un plácido cierre de campaña, con un ascenso directo a Primera División exento de sufrimiento. Al Huesca, que cuando acumuló hasta 11 puntos de renta con el tercer clasificado ya situaban en la máxima categoría, comenzaban a darle por muerto en sus aspiraciones de hacerse con uno de los dos billetes sin escalas. Pero el fútbol, caprichoso e incierto, encerraba otra vuelta de tuerca: el enfermo se levantó de la cama y comenzó a dar pasos. De repente, el Huesca había superado al Barcelona B (2-1) y se aprestaba a rendir visita al Tenerife, dispuesto a contradecir los agoreros pronósticos. Vaya que sí lo logró el conjunto oscense, que asaltó el Heliodoro Rodríguez López (2-4) y se subió de nuevo a la locomotora clasificatoria. Como no quiere volver al segundo vagón, el que conduce el ‘play off’, el partido de hoy ante el Granada (20.00) lo han marcado en rojo en el vestuario azulgrana. La victoria como reafirmación y como herramienta de presión para los dos enemigos íntimos que, otra vez, ven el rostro del Huesca con diafanidad en sus retrovisores.

Los dos triunfos consecutivos le han devuelto la confianza. Especialmente el choque de Tenerife, donde en la segunda parte ofreció pinceladas de su mejor versión de la temporada. Vale que los canarios estaban en inferioridad numérica, pero el Huesca supo interpretar a la perfección el escenario que se había organizado y se aplicó con voracidad en ataque para terminar arrasando a su rival.

Esos cuatro goles anotados fueron como cuatro soles, puesto que unidos a los dos cosechados ante el Barcelona B le sirven al Huesca para instalarse en unos registros más acordes a los mostrados a lo largo de esta campaña tan especial en la geografía altoaragonesa. Y es que en los cinco anteriores partidos tan solo había festejado un tanto.

Desencorsetarse en las labores ofensivas era una de las premisas básicas que el técnico Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ había solicitado a sus jugadores. La sequía que estaba mostrando el Huesca podía cerrar definitivamente el grifo del ascenso directo; y tras muchos meses olfateándolo, nuevos golpes favorecerían la llegada de los diferentes equipos que empujan con fuerza desde atrás.

El Huesca, al batir al Tenerife, abrió hueco y, salvo resultados extraños, se queda como el único aspirante capacitado para oponer resistencia al favoritismo que ahora ostentan el Rayo Vallecano y el Sporting.

Hoy los azulgranas tienen la oportunidad de acostarse líderes e insistir así en su mensaje: ‘no vamos a rendirnos, no vamos a reblar’. Como madrileños y asturianos juegan mañana, la victoria del Huesca contra el Granada no solo asentaría a los de Rubi en las quinielas por subir directo a Primera, también les serviría para trasladar un extra de tensión a tan cualificados oponentes.

Superar a los nazaríes no se presupone una tarea baladí para los propietarios del terreno. En primer lugar por el potencial con el que cuenta el Granada; y en segundo por las urgencias clasificatorias con las que este acude a El Alcoraz. Fuera de los puestos de promoción de ascenso, todo lo que no sea vencer hoy en Huesca será un varapalo. El margen de maniobra es cada vez menor y la temporada no se entiende a los pies de la majestuosa Alhambra sin que finalice, como mínimo, en la segunda vía disponible hacia la máxima categoría. Después de cuatro jornadas sin victorias, el Granada, con Pedro Morilla en el banquillo tras relevar a José Luis Oltra, se ve abocado a un esprint final en plan velocista.

Con todo el plantel

Una de las mejores noticias que aporta el Huesca a la previa del partido es la disponibilidad por parte de Rubi de todos sus efectivos. Es una circunstancia extraordinaria, teniendo en cuenta lo sucedido en los últimos meses. La recuperación de Aguilera y la vuelta de Chimy Ávila tras cumplir castigo disciplinario en Tenerife han posibilitado que el técnico tenga que rebanarse el seso para elegir a los 18 convocados.

Precisamente Aguilera y Chimy apuntan a ser las únicas novedades en el once inicial azulgrana, respecto a los que formaron en Tenerife. Sastre y Vadillo podrían ser los damnificados. La portería y la defensa, los de siempre; para la medular, Melero, Moi Gómez y Ferreiro con el pulpo Aguilera de lugarteniente; arriba, o bien Cucho Hernández en solitario y Chimy escorado en banda o ambos como estiletes.

El Granada, por su parte, cuenta con dos bajas sensibles por sanción: el lateral derecho Víctor Díaz, que será reemplazado por Quini, y el delantero Joselu Moreno, quien no fue de la partida contra la Cultural Leonesa.

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