Empate insuficiente para la Sociedad Deportiva Huesca el cosechado este jueves en El Alcoraz (0-0), donde los azulgranas han librado una batalla contra el Albacete y contra sí mismos que no ha fructificado. Los cambios aportados por Rubi, pensando en otorgar de un plus de energía a su equipo, no han resultado la medicina necesaria para sustituir el gesto torcido por una amplia sonrisa que, en el caso de los oscenses, no luce desde hace ya ocho jornadas. Tantos partidos sin vencer están haciendo mella en el Huesca, por momentos desorientado y sin acierto en los metros donde se resuelven las contiendas.

Enredado en su propia tela de araña, los de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ han tratado de asediar los dominios del Albacete con varias versiones. Primero, buscando combinar; después, a medida que ha ido avanzando el cronómetro, con un fútbol más directo que tampoco ha servido para quebrar la fornida y abundante retaguardia del Albacete. Los visitantes, con un planteamiento conservador han encontrado sus opciones, aunque tampoco se han prodigado con asiduidad por las inmediaciones del arco altoaragonés. En definitiva, un combate nulo que, valga la redundancia, anula el objetivo previsto para este partido aplazado: calmar la ansiedad con una victoria que animara el presente y reactivara la marcha para un futuro inmediato que mantiene las nubes en un horizonte otrora despejado.

Dos futbolistas que han resultado capitales en el establecimiento del Huesca entre los caciques de la Segunda División, Gonzalo Melero y Cucho Hernández, ejemplifican la etapa de oscuridad de la que los azulgranas no son capaces de escapar. El centrocampista madrileño y el delantero colombiano volvieron a firmar una discreta actuación. No fueron los únicos, lo que pasa es que en el caso de ambos sorprende su apagón futbolístico, dentro de un apagón generalizado.

El Huesca, con las novedades de Rulo Prieto, Moi Gómez y David Ferreiro, ha saltado al verde con la intención de mantener el control de las operaciones en base a la posesión del cuero. Y eso es lo que ha hecho en el tramo inicial. Sin embargo, como ha sucedido en la mayoría de sus últimos encuentros, las ganas por agradar y por sentirse de nuevo el equipo poderoso que asombró en la categoría de plata no se han correspondido con las prestaciones futbolísticas. Demasiados errores en las entregas, dificultad para montar el juego desde atrás y multitud de combinaciones estériles en línea de tres cuartos. Enfrente, un Albacete fiel a sus ideas: defensa con tres centrales y dos carrileros y todo fiado a la movilidad y lucha sin cuartel de Bela y Zozulia en la línea de vanguardia.

Pese a la poca claridad, pronto ha podido adelantarse en el marcador el Huesca. Lo ha evitado el portero Tomeu Nadal en un mano a mano con Moi Gómez. El alicantino ha arrancado con metros por delante y se ha plantado frente al portero blanquillo. Ha disparado contra el muñeco. La primera opción local se había esfumado. Como justo antes había dilapidado el Albacete la suya, al filtrar un pase Erice sobre Bela y asistir este a Zozulia, para que el ucraniano, sin oposición, haya tirado a las manos de Remiro. Se puede traducir como ‘tú perdonas, pues yo también’.

El encuentro ha accedido a una fase de incertidumbre, la misma que se ha vivido en los segundos en los que Ferreiro ha enfilado la meta castellano-manchega. Tomeu Nadal ha barrido desde el suelo, deshaciendo el entuerto que le habían montado sus defensas con una mala cesión hacia atrás. En el otro lado del campo, el Albacete ha avisado en los minutos 27 y 31. ‘No hemos venido aquí a pasearnos’, han dicho los de Enrique Martín. Se han encargado de afirmarlo Bela y Dani Rodríguez, cuyos disparos han estado a punto de sembrar el pánico entre las filas azulgranas. Hasta el descanso, después de un rechace que Alexander González casi devuelve al arco enemigo, nervios y un mayor grado de desaciertos que de aciertos para conformar un panorama nada halagüeño de cara a la segunda mitad, a la que se ha llegado con un par de balones colgados al área visitante que han sido rematados pero no han surtido el efecto anhelado.

Un golpeo de Zozulia en el primer palo, en el minuto 51, ha sido una muestra de lo que le esperaba al Huesca: sufrir, sufrir y volver a sufrir. Porque este Huesca, que ha dispuesto de un cabezazo de Ferreiro que se ha ido arriba por poco, no es el mismo que se movía con agilidad sobre el rectángulo de juego y que se merendaba a los rivales. Uno detrás de otro. La negativa racha de resultados ha afectado al nivel de confianza del vestuario. Tanto que los altoaragoneses se han buscado a sí mismos en todo momento. Y nunca se han encontrado.

En otro momento de la temporada, el lanzamiento cruzado de Cucho Hernández en el minuto 67, tras un balón largo y un estupendo control orientado, se habría alojado en el fondo de la red del Albacete. La pelota del colombiano casi saca astillas al palo. Casi se convierte en gol. Casi cambia el partido. Casi revoluciona la tarde-noche. Casi insufla oxígeno al asfixiado vestuario. Casi pero no.

Así se define también el resto del choque. Un quiero y no puedo del Huesca, que ante la falta de precisión se ha decidido por llegar al área del Albacete de la forma más rápida, bombeando balones en los últimos minutos sin agrietar los cimientos de la zaga visitante, que ha aguantado las embestidas finales para llevarse un punto de El Alcoraz. Para los locales, el empate es un botín pírrico, que no tapa las vías de agua y que lejos de refrendar su candidatura hacia el ascenso directo siembre más dudas para las últimas ocho fechas del calendario. La próxima, de nuevo en casa este lunes contra el Barcelona B.

FICHA TÉCNICA:

SD Huesca (0): Remiro, Alexander González, Pulido, Jair, Rulo, Aguilera, Melero (Rescaldani, 79), Moi Gómez, Ferreiro (Vadillo, 70), Chimy Ávila (Gallar, 60) y Cucho Hernández.

Albacete Balompié (0): Tomeu Nadal, Cifu, Gorosito, Chus Herrero, Gafoor, Morillas, Erice, Dani Rodríguez (Arroyo, 81), De la Hoz, Bela (Acuña, 76) y Zozulia (Aridane, 69).

Árbitro: Prieto Iglesias (Comité Navarro). Amarilla a los locales Gallar y Cucho Hernández, y a los visitante Gafoor, Cifu, De la Hoz y Chus Herrero.

Incidencias: Partido aplazado de la jornada 33 disputado en El Alcoraz ante 4.550 espectadores. En el minuto 18, el público local aplaudió como apoyo al jugador visitante Pelayo Novo, que luce ese dorsal en el Albacete.