Cansancio y dudas en el nuevo proyecto del Zaragoza

El embargo de la parte accionarial de Casasnovas se une a la indecisión entre algunos promotores.

Los compradores del Real Zaragoza
La semana del fondo

La ya delicada situación por la que se conduce el proyecto que los nuevos propietarios del Real Zaragoza se ha complicado en las últimas horas, lo que ha incrementado las dudas con las que se envuelve el proyecto que capitanean Javier Lasheras y Mariano Casasnovas. Precisamente, el empresario que siempre ha dado la cara en este proyecto se hace protagonista, al conocerse que el BBVA ha solicitado el embargo de sus acciones por una deuda de 45.000 euros contraída por una empresa de la que Casasnovas formaba parte.


Se incrementan así las dudas sobre una iniciativa para la que los días avanzan sin aclarar las cuestiones esenciales sobre las que debería edificarse el nuevo Real Zaragoza. Los recién llegados no acaban de encontrar el respaldo financiero que se anunciaba a su llegada y el paso de los días siembra incertidumbre sobre la forma como Lasheras, Casasnovas y el resto de los implicados en la iniciativa pueden impulsar el proyecto.


Incluso los criterios empiezan ya a ser divergentes entre los componentes del conjunto de empresarios que quisieron dar un paso adelante. Si no hubo claridad antes de concretarse la compra, con un grupo heterogéneo y variable de personas que estuvieron implicadas en la iniciativa, esa apariencia se mantiene después de ponerse en marcha el proyecto.


Hombres reconocibles hasta el último instante, como Juan Forcén o Miguel Ángel Castillo, decidieron en el último momento distanciarse de la primera línea. Y en los últimos días ha sido Víctor Otal el que ha preferido no ejercer la opción de compra que tenía sobre el paquete accionarial.


Los problemas internos en el seno de la entidad no han facilitado el desarrollo de conversaciones para garantizar la indispensable llegada de capital, a lo que se han comprometido los nuevos gestores. En su aterrizaje al Real Zaragoza, ya explicaron que la llegada de un capital inversor era una cuestión fundamental para sacar adelante el proyecto. En principio, tenían asegurada la llegada de un fondo que estaba dispuesto a comprar la mayor parte de las acciones de la entidad blanquilla. Sin embargo, el proceso se ha ido dilatando sin concretarse primero; y desviándose después hacia otras alternativas, según explicó el portavoz del grupo, Luis Gamón.


Pero hasta el momento, el club no dispone ni de directiva ni de estructura deportiva o institucional. Y el paso de los días va agotando el tiempo para aportar el dinero que debe lograr el Real Zaragoza para garantizar su futuro.


Resulta clave que el paso de los días vaya aportando luz sobre un proyecto que hasta el momento, pasada ya una semana desde su concreción, no logra afianzarse y brinda muestras de una llamativa debilidad.