Ocho años horribles

Este viernes se cumplen ocho años del anuncio de la compra del Real Zaragoza por Agapito Iglesias.

Bandrés, Soláns y Agapito, en la formación del Consejo del Real Zaragoza
Ocho años horribles

Un 16 de mayo de 2006, hace este viernes ocho años, surgía por primera vez el nombre de Agapito Iglesias vinculado al Real Zaragoza. Entonces, se anunciaba la intención del entonces propietario y presidente Alfonso Soláns, de cerrar un acuerdo para sellar la venta de la entidad blanquilla. Diez días después, el 26 de mayo, se formalizaba el acuerdo.


A pesar de su vinculación al mundo de la construcción y de su rapidísimo ascenso, bajo el paraguas del Ejecutivo de Marcelino Iglesias, el soriano era entonces un total desconocido. Se apuntaba en su perfil que se trataba de un hombre en progresión profesional: “ ‘Tiene respaldo económico para comprar lo que quiera. Poco a poco, está creando un imperio en Aragón como el de Rumasa de Ruiz-Mateos’. Así se referían fuentes del sector al que puede ser el próximo presidente del Real Zaragoza, Agapito Iglesias, que administra la compañía Codesport, dedicada a la promoción y construcción de todo tipo de edificaciones, y que está liderando las gestiones para adquirir el club”. Así lo anunciaba el diario.


Se contaba entonces que ostentaba 27 cargos en 20 sociedades: “En su inmensa mayoría, están relacionadas con el ladrillo, como Ocinsa Obras y Construcciones; Zaragoza Plaza Center Campus Empresarial, Creación de Espacios Industriales, Estructuras Tecnyconta o Asesoría de Promociones y Obras. Pero también es consejero en Plaza Cargo Services, la compañía aérea que ha puesto en marcha recientemente la DGA junto a otros socios privados para relanzar la plataforma logística y el aeropuerto de la capital aragonesa”.


Desde ahí se describía la vinculación, profundísima con Plaza, y se apuntaba también su colaboración en las obras del AVE.


Justo ocho años después, ese imperio que edificaba Agapito Iglesias amparado por el Ejecutivo de otro Iglesias, Marcelino, se ha venido abajo. Y a su vera ha dejado hundido y desprestigiado de forma injusta un Real Zaragoza que ha sufrido en sus carnes la dolorosa gestión llevada a cabo por el constructor soriano.


Llegaba Agapito al primer plano de la actualidad ese 16 de mayo junto al verdadero impulsor de la operación de compra, el también empresario Emilio Garcés, a quien a medias su entonces ‘amigo’ Agapito y el Gobierno del PSOE apartaron de la operación que él mismo había promovido.


Más de un centenar de futbolistas después –mediocres muchos de ellos-, decenas de millones de euros dilapidados, un concurso de acreedores, dos descensos, miles de lágrimas derramadas y millones de lamentos de un zaragocismo indignado, Agapito Iglesias parece estar cumpliendo sus últimas horas al frente de la entidad.

El empresario acelera una operación de venta que le garantice la salida de un club al que ha maltratado, dilapidado su prestigio y puesto al borde -¿o más allá?- de la ruina económica.


El amparo de los políticos permitió a Agapito Iglesias adentrarse sin criterio ni conocimiento en el mundo del fútbol. Junto a ellos, se sirvió del Real Zaragoza en su beneficio personal, desatendiendo las necesidades del club y olvidando el principal patrimonio del club, su afición.


El paso del tiempo, su fórmula de gestionar el club y el desorden deportivo fue pasando factura a un equipo que no ha levantado cabeza desde el desembarco de Agapito Iglesias, que ha dilapidado prestigio deportivo, patrimonio y respaldos económicos. Su gestión ha afectado incluso a una afición desolada por la trayectoria y la evolución del Real Zaragoza.


Ocho años después, ¿es posible remontar…?