La delicada situación deportiva del Real Zaragozapuso el freno a Míchel Marcos Madera. El club aragonés y el Getafe acordaron el viernes la cesión del mediocentro hasta junio con una opción de compra a ejecutar si el Zaragoza se mantiene en Primera División. Toda la documentación quedó el viernes redactada, con cada cláusula en su sitio, y con el apretón de manos entre los dirigentes de los clubes. Sin embargo, el futbolista asturiano no termina de decantarse por firmar por el Zaragoza. Las razones de estas dudas no son económicas ni contractuales, sino deportivas. Es más, el Zaragoza le mejora el contrato a Míchel: respeta sus condiciones firmadas en el Getafe hasta 2015 y, además, le añade un año más de contrato en caso de que en junio se quede en La Romareda, por lo que en el caso de que se ejecutara la opción de compra Míchel prolongaría su vinculación con el Real Zaragoza hasta junio de 2016.

Pese a todo, el mediocentro asturiano se resiste a poner su sello en los papeles. El motivo: la arriesgada situación deportiva del Real Zaragoza, metido de lleno en la pelea por el descenso. Míchel sostiene que aún puede hacerse un hueco en el Getafe esta temporada y que podría jugar en Europa la próxima, un atractivo muy superior al que le ofrece ahora mismo el Zaragoza. Pese a que en caso de descenso el club aragonés podría liberar a Míchel y regresar así a Getafe, el futbolista está rodeado de dudas. Ha decidido darse unas horas para consultarlo con su esposa y su familia y así valorar si finalmente accede a firmar por el Zaragoza. En el club aragonés, se espera una decisión rápida, entre hoy y mañana, pues el plazo extraordinario para fichar el sustituto de Zuculini o Álamo finaliza el lunes. La situación en las oficinas de la entidad aragonesa es de confianza, aunque, lógicamente, no tanta como en la noche del viernes, cuando se quería haber cerrado la negociación con todas las partes.

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