El Real Zaragoza consumó, por fin, la salvación matemática en la Segunda División. El cuadro aragonés tomó este domingo El Sardinero, con los goles de Azón y Sergi Enrich (0-2), y afrontará la última jornada con la permanencia ya asegurada. El conjunto de Víctor Fernández cerrará la temporada en La Romareda, el próximo fin de semana, contra el Albacete, y lo hará ya sin sobresaltos.

En Santander, el Real Zaragoza golpeó en su primera llegada. Lo hizo por mediación de Iván Azón, quien aprovechó una gran asistencia de Toni Moya para batir a Ezkieta con un disparo raso, a los tres minutos de juego. A partir de ahí, el Racing tomó el mando y dispuso de grandes oportunidades para haber igualado la contienda; pero no pudo encontrar el gol porque se topó con las buenas intervenciones de Edgar Badía, muy seguro durante todo el encuentro.

Andrés, con un lanzamiento muy ajustado al palo, sí batió al guardameta aragonés al filo del descanso. Sin embargo, intervino el VAR para rectificar al colegiado, que había obviado una falta previa sobre Alejandro Francés. El gol fue anulado, tras acudir el árbitro al monitor, y el Real Zaragoza alcanzó el intermedio con ventaja (0-1).

Tras el descanso, el conjunto visitante resistió las acometidas de su rival, con Edgar Badía neutralizando las ocasiones más claras de los cántabros. Y cuando más apretaba el Racing, el Real Zaragoza sentenció con una gran acción colectiva. Fran Gámez se internó por la banda derecha y asistió a Sergi Enrich, quien sólo tuvo que empujar el balón a la red.

El Real Zaragoza afrontará la última jornada ya sin preocupaciones.