Las Copas del Rey del Real Zaragoza: de Lapetra al ‘Galaticazo’
Se cumplen 20 años del último título copero del equipo aragonés, pero el idilio con este torneo comenzó mucho antes.
A los más jóvenes aficionados del Real Zaragoza les suena a un pasado muy lejano, pero no hace tanto que el Real Zaragoza peleaba por títulos nacionales e internacionales con los mejores equipos de España y del mundo. Cuando se cumplen 20 años del ‘Galacticazo’, la última gran alegría copera del equipo aragonés, es buen momento para recordar el idilio que ha tenido este club con el torneo del KO.
La brillante historia del Real Zaragoza en la Copa del Rey se abre en la década de los 60, cuando irrumpe el mítico equipo de Los Magníficos, con Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Disputan cuatro finales coperas (entonces llamada Copa del Generalísimo), de las que ganaron dos.
El primer título llegó en 1964. Era un torneo con un formato muy distinto al actual, y se jugaba a la conclusión de la liga. En el camino a la final, el Real Zaragoza superó al Mallorca, al Real Oviedo, al Hércules y al Barcelona. En la final se midieron al Atlético de Madrid, al que vencieron por 2-1 gracias a los goles de Lapetra y Juan Manuel Villa.
Tan solo dos años después, este admirado equipo del Real Zaragoza repetiría título. El torneo duró mes y medio, y por el camino el equipo aragonés venció al Calvo Sotelo, al Córdoba, al Sabadell y al Barcelona. Salvo el 3-2 ante los azulgrana, el resto de los partidos los venció por goleada. Al igual que en el primer título de Copa, la final se disputó en el estadio Santiago Bernabéu, en esta ocasión ante el Athletic de Bilbao. Lapetra y Villa hicieron los dos único goles de la final, con lo que las vitrinas del Real Zaragoza empezaban a engordar.
En los 70, el Zaragoza de los zaraguayos no pudo aportar a estas vitrinas ninguna Copa, aunque estuvieron a punto en 1976, cuando llegaron a la final. Habría que esperar dos décadas desde el último título, a 1986, cuando el Real Zaragoza volvería a levantar este trofeo, ya bajo la denominación de la Copa del Rey. El equipo dirigido por Luis Costa llegó de forma algo inesperada a la final tras eliminar al Huesca, al Teruel, al Eibar, al Málaga, al Burgos, al Castilla y al Real Madrid en las semifinales (4-3). En la final, disputada en el Vicente Calderón, se enfrentó al Barcelona, a quien venció por 1-0 gracias a un gol de Rubén Sosa tras botar una falta que golpeó en la barrera.
En la década de los 90 el Real Zaragoza también vivió momentos de gloria coperos. Con Víctor Fernández como entrenador, y tras quedar tercero en liga, el equipo aragonés se llevó la final de la Copa del Rey de 1994 tras superar en las rondas previas al Izarra, el Athletic de Bilbao, Osasuna, Badajoz, Sevilla y Betis. En la final le esperaba, de forma inesperada el Celta de Vigo, con quien llegó a la prórroga… y a los penaltis. Cedrún paró el último disparo vigués e Higuera no perdonó. La cuarta Copa del Rey ya estaba en casa.
En la primera década del siglo XXI el Real Zaragoza no faltó a su cita con la Copa. En una mala temporada en liga, el equipo dirigido de nuevo por Luis Costa brilló en su torneo fetiche. Tras dejar por el camino al Eibar, al Beasain, al Real Murcia, al Racing de Santander y al Atlético de Madrid, de nuevo ante el Celta de Vigo. El equipo gallego, con Víctor Fernández en el banquillo, se adelantó con gol de Mostovoi, pero Aguado, Jamelli y Yordi hicieron que la historia se repitiera para el equipo entonces vestido de ‘avispa’.
El idilio del Real Zaragoza con la Copa del Rey terminó en 2004, ahora hace 20 años, con el famoso ‘Galacticazo’. Tampoco estaba siendo un buen año en liga, pero el equipo de Víctor Muñoz superó en la Copa al Mirandés, al Salamanca, al Betis, al Barcelona y al Alavés. En la final, jugada en el estadio olímpico de Barcelona, esperaba el Real Madrid de Zidane, Figo, Raúl, Roberto Carlos, Beckham… El inglés adelantó a los blancos con un gol de falta, Dani empató, Villa adelantó a los aragoneses de penalti, Roberto Carlos volvió a poner el empate… hasta que Luciano Galletti encontró ese efecto imposible en su disparo que hizo el 2-3 y permitió culminar la gesta. Fue el último episodio de gloria en la historia de un Real Zaragoza que espera a tiempos mejores para volver a escribir nuevas páginas brillantes en el idilio del club con este torneo.
