Real Zaragoza: La emoción de Víctor
Que Víctor Fernández iba a tocar la fibra del zaragocismo ni cotizaba en las apuestas. Lo que no estaba previsto, al menos de forma tan explícita, era que el propio entrenador se emocionara como lo ha hecho este martes. Sus lágrimas revelan un sentimiento, una emoción incontrolable que no se puede encontrar en un entrenador forano. Su rueda de prensa fue puro sentimiento. Si al vestuario llegó algo de esa emoción -como reveló Sanllehí-, algo habremos ganado todos.
No es un entrenador más. No es un tipo con un carnet cursado en la federación al que se le pone en el banquillo y ya. Con Víctor Fernández los gestores del Real Zaragoza buscan algo diferente. Quieren remover el zaragocismo en una apuesta conocida y firme, pero -ojo- no exenta de riesgos.
Raúl Sanllehí y Juan Carlos Cordero han puesto sobre los hombros del técnico una importante responsabilidad, quizá para aliviar algo sus propias espaldas. A Cordero se le escapó: “La ciudad y el Real Zaragoza necesitan a Víctor Fernández. Necesitamos unión y el punto de unión es Víctor Fernández. Estamos en una situación excepcional”. Casi nada. Tan duro ha sonado que Sanllehí ha tenido que levantar la mano y aclarar: “Víctor no viene como bombero ni a apagar el fuego”. Los dos dirigentes señalaron que el técnico del barrio Oliver fue “la única opción” sobre la mesa. Lo que no quedó claro es por qué lo es ahora y no lo fue cuando eligieron a Carcedo, a Escribá o a Velázquez.
El siguiente paso es ver el reflejo que tiene la irrupción de Víctor Fernández en el fútbol del Real Zaragoza. Aunque entre lágrima y lágrima se habló poco de jugadores, tácticas o estrategias, se agradeció oír tanto la palabra “pelota”, la gran olvidada por parte de los últimos técnicos que han estado al frente del equipo. Con el entrenador se espera otro fútbol a orillas del Ebro, mucho más del gusto tradicional de La Romareda. Veremos.
Víctor se mostró confiado en sacar al equipo del bache en el que se encuentra, aunque sin poner la mano en el fuego. Sabe que los partidos le irán diciendo el potencial real, tanto el suyo como el de su equipo. De momento, fue duro con la plantilla actual: “Tienen que dar más, es muy poco lo que han dado”. En sus manos está exprimir a estos jugadores y que la emoción de sus palabras se traslade al fútbol del equipo.
