Jefe de la sección de Deportes de HERALDO DE ARAGÓN

Julio Velázquez y el clima

Julio Velázquez se queja en la banda de Villarreal por una jugada.
Julio Velázquez se queja en la banda de Villarreal por una jugada.
Moisés Castell/Prensa2

Julio Velázquez hace bien en intentar centrar su discurso exclusivamente en el partido de esta tarde en Valladolid. Es lo que tiene que hacer, ya que sacar una victoria de allí es (casi con total seguridad) el único modo que tiene de agarrarse al puesto. Es un partido de puerta grande o enfermería, salvo que la puerta grande en esta ocasión es bastante pequeña: ni una victoria en una plaza grande como Pucela daría a Velázquez la garantía de llegar a la primavera como inquilino del banquillo zaragocista.

Lo dicho, es normal que el entrenador solo quiera hablar de Valladolid. Aún así, se echa en falta algo de autocrítica en su discurso. El Real Zaragoza ha entrado en una fase de estancamiento preocupante, y no pasa nada por decirlo. El equipo no tenía buen color desde hacía tiempo, pero su estado de salud ha ido empeorando con el paso de las jornadas sin remedio. Velázquez ha probado cosas, pero sigue sin encontrar una cura, y la pregunta es si podrá hacerlo antes de que sea demasiado tarde.

El diagnóstico que hace públicamente del enfermo –otra cosa será en privado– no llega a la base del problema. Si después de algunos partidos ha hablado del "contexto" de los partidos –que siempre ha perjudicado al Zaragoza–, Julio Velázquez este viernes ha citado "la corriente", "el clima" y "la atmósfera" que se han generado en los últimos encuentros. Su teoría es que tras el partido contra el Cartagena se inició una espiral de negatividad que influyó en Villarreal y en La Romareda frente al Amorebieta. El famoso "entorno" de Can Barça, pero en versión cierzo.

Para frenar estas corrientes, climas o atmósferas el mejor remedio es ganar partidos. La victoria no se puede demorar, no solo por el futuro de Velázquez, sino también por el del equipo. La empresa no será sencilla esta tarde en Valladolid, frente a un rival metido –este sí– en la lucha por la promoción de ascenso y con las bajas de Francho, Mouriño y Mollejo, tres de los pocos jugadores que le daban algo de pulso al enfermo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión