REAL ZARAGOZA

El Real Zaragoza, con los cinco sentidos a Alcorcón para escalar a la zona noble

El equipo aragonés ultimó este viernes los detalles del importante partido de la sobremesa sabatina en el campo madrileño de Santo Domingo, con el ánimo crecido tras la victoria ante el Andorra. 

El equipo zaragocista, al inicio del entrenamiento de este viernes, previo al viaje a Alcorcón.
El equipo zaragocista, al inicio del entrenamiento de este viernes, previo al viaje a Alcorcón.
José Vidal

Los triunfos, en fútbol y en la vida, generan optimismo, confianza, autoestima y refuerzo moral. Ahí está instalado en los últimos días el Real Zaragoza tras la victoria por 2-0 frente al FC Andorra el pasado sábado en La Romareda. En la mañana de este viernes, el equipo que dirige Julio Velázquez pulió todos los detalles en la Ciudad Deportiva destinados a enlazar un segundo consecutivo en la tarde sabatina (16.15) en Alcorcón y, así, escalar en firme varios puestos hacia la zona noble de la tabla clasificatoria. 

Los zaragocistas tienen estimulados los cinco sentidos para ello. Victorias llaman a victorias, del mismo modo que derrotas llaman a derrotas. Son las rachas y las dinámicas del fútbol, en cualquier categoría. Velázquez sabe de esto y es consciente de que este puede ser el momento clave de la temporada: el de recuperar el pulso perdido en septiembre y que tanto está costando encontrar al equipo.  

En el entrenamiento de las instalaciones de la carretera de Valencia no ha habido novedad alguna respecto del resto de la semana. Una semana en calma, sin los habituales devaneos relativos a la palabra crisis, que tanto han revoloteado en el último trimestre, con cambio de técnico incluido -por obligación- de por medio. Solo Nieto trabajo solo en un gimnasio que llegó a tener hasta cinco inquilinos hasta hace nada. 

Valera, reincorporado con sumo cuidado a algunas rutinas del grupo, sigue en su fase definitiva de recuperación de la lesión muscular que sufrió a finales de diciembre. Bakis, en la nebulosa de su indefinida -públicamente- lesión de rodilla, prosigue asimismo en su fase de pruebas de esfuerzo y carga para ver por dónde desemboca todo. Y Cristian Álvarez está cada día apurando más su rehabilitación con el resto de los porteros, que siguen siendo cuatro hasta que el francés Poussin encuentre acomodo en las próximas horas en otro club. 

Porque este ha sido el matiz subrayado de la mañana soleada en la Ciudad Deportiva: era el último entrenamiento previo a un partido ubicado en pleno mercado de fichajes. De aquí al miércoles próximo, cuando se cierre la ventanilla de transacciones a las 00.00, ha de haber novedades de hondura en el plantel. Bermejo también va a salir, de no torcerse los planes. Y, por supuesto, se espera a un refuerzo seguro para la línea medular (Raúl Guti es el favorito), otro para la parte atacante (Bebé es el sueño que, ahora, queda más lejos que cerca) y, posiblemente, otro para la zona defensiva, con el lateral zurdo pendiente de apuntalarse. 

De cara al once de Alcorcón, solo Moya está descartado, por acumulación de tarjetas. Grau tiende a ser su sustituto. Es lo natural, aunque Velázquez es posible que tenga una carta guardada en la manga al respecto. El equipo se desplazará en autocar a Madrid en la tarde de este viernes. Se acaba enero y empieza la ilusión por optar al ascenso: Alcorcón es un baluarte a expugnar por obligación para que todo tenga razón de ser. 

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