Cristian Álvarez, Gaetan Poussin, Dani Rebollo y Edgar Badía. Cuatro nombres propios que hacen que la actual temporada, la 2023-24, vaya a entrar en la lista de efemérides históricas del Real Zaragoza por derecho propio a partir del lunes, cuando se inicie el partido en el campo del Eldense. Ahí, en pocas horas, con el debut del portero Badía, recién fichado del Elche en el mercado invernal, el primer equipo zaragocista alcanzará la cifra de cuatro guardametas alineados durante un mismo torneo liguero. Y eso que solo está a mitad de recorrido, al inicio de la segunda vuelta.

La singularidad del caso es que, en los 92 años de vida del Real Zaragoza –se cumplirán dentro de dos meses, pues nació en marzo de 1932–, solo en una ocasión se dio el caso de que, durante una misma campaña, fuesen utilizados más de tres guardametas en las alineaciones de liga del equipo zaragocista. Va a ser esta, por lo tanto, la segunda vez que eso suceda. Extraordinario, fuera de lo común.

El precedente, en la 1965-66

Ese único precedente tuvo lugar hace 58 años, en la temporada 1965-66. Entonces, con el Real Zaragoza en lo más alto de la clasificación de Primera División, en pleno cénit de la época de los Magníficos, los dos entrenadores que pasaron por el banquillo en aquella liga que tuvo permuta en la dirección técnica durante el curso, el francés Luis Hon y el checoslovaco Fernando Daucik, alcanzaron la cota de cinco porteros utilizados durante los 30 partidos (la máxima competición, entonces, constaba de 16 equipos).

En aquel anómalo campeonato, en los palos de las porterías zaragocistas estuvieron el mítico Enrique Yarza, en 16 ocasiones; José María Goicoechea, en ocho duelos; Andrés Rodríguez ‘Rodri’, en seis; Vicente Cardoso jugó una tarde; y Víctor Aldea, en otra única ocasión. Nunca más se superó la cota de tres porteros alineados en una misma campaña liguera. Ahí está el límite en la generalidad de la historia zaragocista, con esta única excepción citada.

A partir de este 15 de enero de 2024, cuando Edgar Badía entre en acción en Elda, habrá que referir siempre este año como parte de las rarezas en la vida del viejo club, pues serán cuatro los cancerberos que habrán pasado ya por los escenarios de la categoría de plata con el escudo zaragocista en el pecho. Y falta aún medio torneo por jugarse...

Cristian Álvarez, en este primer cincuenta por ciento del torneo, ha jugado en 10 partidos. Su suplente en el proyecto inicial del area deportiva, el fichaje estival –francés– Poussin, lo hizo en cuatro jornadas; el tercero de la plantilla, Dani Rebollo, ha sido titular en los últimos nueve choques. Y ahora llega el turno del refuerzo recién llegado, Badía.

En los tiempos modernos del fútbol en color, sin recurrir a casos más lejanos del blanco y negro, hubo cinco veces en las que se reunieron cuatro porteros en diferentes momentos de la temporada en el primer equipo. Pero siempre hubo al menos uno que no jugó y, por lo tanto, no se alcanzó el récord que ahora sí se va a escribir en los anales.

En la liga 88-89, Radomir Antic manejó en el primer plantel a Chilavert (37 partidos), Vitaller (1), Cedrún (0) y Ruiz (0). Los cuatro eran del equipo profesional (en el filial jugaban Tomás y Uriona). En la 89-90, un año después, el elenco de Antic fue Chilavert (34), Cedrún (4), Ruiz (0) y Echevarría (0), con Mario y Uriona en el Aragón.

En la liga 90-91, Ildo Maneiro y Víctor Fernández tutelaron a Cedrún (32), Chilavert (8), Ruiz (0) y Mario (0). Este último subió del B, donde dejó a Uriona y Sánchez Broto. En la 98-99, Chechu Rojo tuvo a Juanmi (25), Mondragón (13), Konrad (0) y Láinez (0). En el B estaban Rubén, Moso y Cabrero. Y en la 12-13, la última en Primera que acabó en descenso, Manolo Jiménez entrenó a Roberto Jiménez (33 partidos), Leo Franco (4), Alcolea (2) y Doblas (0). El citado Alcolea y Kilian eran los porteros del filial.