Viernes de doble sesión de entrenamiento en el Real Zaragoza, tal y como ya decidió llevar a cabo el cuerpo técnico, encabezado por Julio Velázquez, en la jornada del jueves. Mientras el delantero Iván Azón progresa adecuadamente de su problema de rodilla, el central Santiago  Mouriño, que regresó de Uruguay un día más tarde que el resto tras las vacaciones de Navidad por un permiso especial, cumple su segundo día con ejercicios a la carta, sin forzar su musculatura y con mimos por parte de los fisioterapeutas. 

Envueltos en el frío invernal que esta vez subió la temperatura en la matinal de la Ciudad Deportiva hasta los 2 grados (0 hubo el jueves y -1 el miércoles), todos los futbolistas excepto los lesionados de media y larga duración volvieron a ejecutar las rutinas de esta mini pretemporada que surge a mitad de liga. Y es que son 26 días de distancia los que van a separar el último partido de la primera vuelta, el que se jugó ante el Levante en La Romareda el 20 de diciembre, y el primero de la segunda, que tendrá lugar en Elda (Alicante) el lunes 15 de enero ante el Eldense. 

Azón, paso a paso, va adecuando su forma física y los forzamientos de su rodilla dañada en busca del cien por cien que garantice su vuelta a las convocatorias y a los partidos cuanto antes. Y Mouriño, de un modo más inesperado, se ha convertido en la única anomalía en las tres últimas fechas. El miércoles 27, porque fue el único que no estuvo en el reinicio del trabajo, al estar volviendo de Uruguay (cruzó el océano para estar con su familia en Montevideo). El jueves 28 porque, recién llegado a Zaragoza, no pisó la hierba y se readaptó al esfuerzo en el gimnasio, con suavidad. Y este viernes 29 porque tampoco empezó el entrenamiento inicial de la jornada con el resto. 

Hay dos semanas aún por delante, no existe esta vez ninguna presión competitiva, por lo que las pautas que miden los esfuerzos al milímetro recomiendan pausas, conductas preventivas de problemas evitables. Y Mouriño, según el club, está inmerso en esa dinámica en puertas de la Nochevieja y del cambio de año natural. 

De Cristian Álvarez, Bakis, Lecoeuche y Nieto, los lastimados que acumulan semanas y semanas (meses) de rehabilitación de distintas lesiones musculares o articulares de importancia, no hay noticias diferentes a las conocidas todavía. Y Valera, que se sumó a la enfermería hace 9 días al caer lesionado en un muslo durante el partido último ante el Levante, va a pasarse este largo parón navideño fuera de órbita por fuerza. 

Los muchachos del filial siguen apuntalando los planes tácticos de Velázquez. Esta vez, la cara nueva fue el central Operé, que relevó al lateral Jay, presente el jueves. Los demás, son fijos: Juan Sebastián, Pau Sans, Vaquero, Cuenca, Cortés y el portero Calavia.