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Sanllehí y Cordero cierran filas en torno a Escribá: respaldo máximo hasta el derbi
El director general y el director deportivo del Real Zaragoza respaldan al técnico en el entrenamiento de este domingo en Alicante. El técnico ha conversado largo y tendido con ellos y con los jugadores.
Respaldo máximo hasta el sábado y el derbi aragonés -La Romareda- dirimirá el futuro de Escribá. Es el plan que maneja la cúpula del Real Zaragoza en torno a su entrenador. La derrota encajada en Elche sitúa al equipo en una delicada situación, lejos de los puestos de ‘play off’, pero el club sigue confiando en que una victoria pueda cambiarlo todo.
El técnico mantiene el respaldo del director general, Raúl Sanllehí, y el deportivo, Juan Carlos Cordero, pero nadie es ajeno a que un nuevo tropiezo ante la SD Huesca podría hacer saltar por los aires el planteamiento conservador, paciente, que ahora defienden.
Ambos han estado presentes en el entrenamiento de este domingo en el campo de entrenamiento de Fontcalent, cedido por el Hércules para el mini ‘stage’ que el Real Zaragoza va a completar por tierras alicantinas antes de afrontar el compromiso copero del próximo martes.
La planificación semanal juega en favor de Escribá. Le otorga margen de trabajo en un entorno tranquilo, alejado del ruido que se ha generado en la capital aragonesa por la mala imagen ofrecida por el equipo en el Martínez Valero, fundamentalmente en una segunda mitad en la que no se compitió.
La sesión de esta mañana ha sido de recuperación física y, sobre todo, psicológica. La plantilla ha llegado poco antes de las 10.30 a esas instalaciones ubicadas a las afueras de Alicante -en el núcleo de población La Campaneta- y ha tenido más de media hora de charla con el entrenador.
Seguidamente, cuando los futbolistas han comenzado a desarrollar los ejercicios divididos en distintos grupos, señalados por las cargas de trabajo, Escribá ha conversado largo y tendido con Sanllehí y Cordero.
El valenciano mostraba el talante tranquilo que le define. Tal y como aseguró en la misma sala de prensa del Martínez Valero, trata de perder el menor tiempo posible en pensar que se juega el puesto. Está seguro de poder reconducir esta mala dinámica de resultados -siete puntos de 30 posibles- y se siente respaldado, pero sin dejar de ver que los problemas del conjunto aragonés no están únicamente en su falta de acierto.
El choque en Elche supuso un paso atrás. El Zaragoza no siguió en la línea de lo ofrecido contra el Oviedo. Volvió a exhibir serias dificultades para generar juego ofensivo y, cuando las cosas se pusieron a la contra, le perdió la cara al partido por completo.
Eso es lo que más preocupa ahora mismo en la entidad. Nadie es ajeno a que los equipos de Fran Escribá exaltan el intercambio de golpes, el dominio de las áreas, pero eso no justifica la insuficiencia demostrada con el marcador desfavorable.
Son varias las jornadas en las que el preparador zaragocista se ha excusado en algún detalle, en algún gol que lo cambió todo. Así es la Segunda División que él conoce perfectamente y que, además de resultados cortos, requiere más carácter que el demostrado este sábado en el Martínez Valero.
El Real Zaragoza debe recuperar su identidad. Y así se lo ha hecho saber a sus jugadores en esa conversación que ha abierto la concentración en Alicante, estos dos días que, en el plano anímico de la plantilla, se presumen cruciales.
