Todo lo que no sea que el partido de la primera eliminatoria de Copa del Rey entre el Atzeneta UE y el Real Zaragoza se ubique por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el jueves 2 de noviembre por la noche será una rareza, una anomalía y un perjuicio para el club aragonés. Nadie, en el club blanquillo, espera otra cosa diferente que la cita copera sea en la referida velada de jueves.

Y es que este duelo copero entre el modesto equipo valenciano de Tercera RFEF y el cuadro zaragocista, ronda a partido único que tendrá lugar en campo levantino (está por ver si es en El Regit, pequeño recinto de Adzaneta de Algaida, localidad de 1.100 habitantes, o en una alternativa con mejores dotaciones logísticas, donde Onteniente y el estadio de El Clariano asoma como principal opción B) viene, cronológicamente, inmediatamente después del partido de liga del Real Zaragoza que dirimirá en El Plantío de Burgos el lunes 30 de octubre a las 21.00. 

Los tres días previstos para repartir el abanico de eliminatorias coperas (más de medio centenar) a mitad de esa inminente semana son martes, miércoles y jueves, es decir, 31 de octubre, 1  y 2 de noviembre. El primero de ellos queda automáticamente descartado por sentido común, pues la expedición zaragocista retornará de Burgos en la madrugada -bien entrada- del mismo martes 31 de octubre. El segundo, el festivo 1, Todos los Santos, queda inutilizado, en principio, por la misma razón de escasez de tiempo para maniobrar, tanto por horas de descanso de la plantilla como, asimismo, por deber de afrontar el Real Zaragoza otro viaje por carretera hasta la localidad de Adzaneta de Algaida o alrededores, que requerirá de un tiempo cercano a las 5 horas de autobús. 

Así que lo razonable, en esa apretura inmensa que le genera al cuadro zaragozano esta eliminatoria de Copa por haber sido ubicado por La Liga su partido precedente en Burgos en la noche del lunes, es que la cita con el rival de Tercera RFEF valenciano se vaya a la noche del jueves 2. Pero en esta burbuja de volubilidad y caprichos que envuelve durante el año el singular mundo del fútbol profesional, hasta que no se conozca oficialmente la designación nadie estará tranquilo.