Zaragoza y el estadio de La Romareda, con la candidatura al Mundial de 2030 de fondo

Por el momento, las opciones de Zaragoza de ser sede de este evento se mantienen en pie, más allá del caso Rubiales o de que el Real Zaragoza no concurra hoy a la construcción de la nueva Romareda. Pero los plazos no son holgados

Vista general del estadio de La Romareda
Vista general del estadio de La Romareda
José Miguel Marco

Podría pensarse que en el contexto actual (con el Real Zaragoza retirado del concurso de construcción del nuevo estadio de La Romareda y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en llamas a causa del caso Rubiales) que la ciudad de Zaragoza ha perdido el tren del Mundial de 2030, la posibilidad de estar entre las capitales españolas candidatas a acoger encuentros de esta cita. Razones para pensar de este modo hay suficientes.

Fue Gianni Infantino, presidente de la FIFA, organismo que decidirá dónde se celebra el Mundial de 2030, quien primero tomó medidas contra Luis Rubiales, presidente de la RFEF y, al mismo tiempo, segundo vicepresidente de la UEFA y miembro de su comisión ejecutiva.

A Infantino no le tembló la mano. Todo lo contrario. Enseguida inhabilitó a Rubiales durante noventa días. Le privó de efectos en sus decisiones, tanto a nivel nacional como internacional, tan pronto como no presentó su dimisión y se aferró al cargo.

Quizá el máximo mandatario del fútbol mundial pasó por mayor bochorno y vergüenza que nadie ante los comportamientos impropios de Rubiales en el transcurso de la final del pasado Mundial femenino, al estar presente en el palco de autoridades del Stadium Australia de Sidney y en el acto de entrega de medallas y trofeos.

Esta pronta actuación de la FIFA, anterior a las medidas propuestas por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y a los tribunales de la justicia ordinaria españoles, no significa, sin embargo, que Infantino o la FIFA vayan a considerar de otro modo a la llamada, en un principio, candidatura ibérica, de la que ahora forman parte España, Portugal y Marruecos. Al menos así lo afirman fuentes federativas. La FIFA -señalan- efectuará sus valoraciones a este respecto con independencia del caso Rubiales.

Entienden, del mismo modo, que el anuncio formulado este jueves por el Real Zaragoza de no concurrir al concurso de construcción de la nueva Romareda tampoco afecta de modo sustancial a la candidatura de Zaragoza para ser sede del Mundial de 2030.

Se juzga así por tres motivos principales. Porque el club no se ha desentendido del afán de construir un nuevo estadio. Porque tampoco lo ha hecho el Ayuntamiento de la capital aragonesa. Y porque, de acuerdo con las mismas fuentes, aún se está en plazo de llegar al año 2030 con un nuevo campo puesto en servicio. Otra cosa es que flaqueara alguno de estos tres pilares.

Por el momento, la Real Federación Española de Fútbol no va a tomar ninguna decisión acerca de qué ciudades españolas son las candidatas definitivas al Mundial. La criba se efectuará más adelante, en un momento aún indeterminado.

La agenda inmediata de la RFEF pasa por una reunión de los presidentes de las federaciones autonómicas, prevista para hoy mismo, y de otro cónclave de la junta directiva interina presidida por Pedro Rocha, con el fin de ver qué rumbo toma la institución, si se nombra un presidente que concluya el presente mandato o se deja discurrir la interinidad actual hasta principios de 2024, año olímpico y, por tanto, ejercicio en el que se convocan elecciones a la presidencia de las federaciones.

El CSD ha señalado durante los pasados días que se inclina por resolver cuanto antes la situación de interinidad. Pero a estas horas no es una tesis generalmente aceptada. En la Federación también se cuentan partidarios de llegar a 2024 con Pedro Rocha al frente, para convocar nuevas elecciones entonces, elegir otra Asamblea y nombrar, de este modo, presidente.

Con este marco federativo, Zaragoza ha ganado tiempo.

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